recibe pequeños mensajes de gracia todos los días

viernes, 30 de abril de 2021

Mantente Hablando Tu Justicia

 Inspiración De Gracia


Pues lo que la ley no pudo hacer, ya que era débil por causa de la carne, Dios lo hizo: enviando a Su propio Hijo.  Romanos 8:3

Amo la escritura de hoy.  La respuesta, amigo, no se encuentra en la ley, sino en el Hijo.  La ley fue dada por un siervo, Moisés; la gracia vino por medio del Hijo, Jesús.

La revolución de la gracia comienza con una persona y Su nombre es Jesús.  Cuando tú tienes a Jesús como tu Señor y Salvador, y tienes la revelación de Su gracia, lo tienes todo.  Y más importante, tú tienes una identidad nueva y justa en Cristo.

Muchos creyentes no se dan cuenta de esto, pero las revelaciones pueden ser robadas y olvidadas.  Eso es lo que le sucedió a la iglesia de Corinto y Pablo tuvo que intervenir para recordarles su identidad como justos en Cristo.

Esta es también la razón por la cual es tan esencial que tú formes parte de una iglesia local en donde puedas mantenerte escuchando y escuchando mensajes que están llenos de la persona de Jesús, y estés rodeado de líderes y amigos centrados en Cristo, que siempre te apuntarán de vuelta al Señor y a tu identidad justa en Cristo.

Quiero animarte a ser consciente diariamente de tu justicia en Cristo hablando y confesando tu justicia en voz alta.  Cree que tú eres justo en Cristo y que la justicia es un regalo que no puedes ganar.  Si bien saber esto es fantástico, quiero que des un paso más conmigo hoy y comiences a practicar la confesión diaria de tu justicia en Cristo.

Querido amigo, cuando estés estresado y haya mil cosas gritando por tu atención, di en voz baja: “Yo soy la justicia de Dios en Cristo”.  Cuando leas noticias horribles en los periódicos y el temor por tus seres queridos se apodere de tu corazón, simplemente di en voz baja: “Yo soy la justicia de Dios en Cristo”.  Y cuando sientas la tentación de volver a caer en una adicción pasada, tú ya sabes que hacer: di en voz baja: “Yo soy la justicia de Dios en Cristo”.

Tu permanencia en la victoria está directamente relacionada con qué tan consciente eres de tu identidad justa en Cristo.  Si realmente deseas ver rompimientos duraderos en tu vida y vivir por encima de la derrota, ¡habla!  Habla, habla y habla sin dudar.  ¡Y puedo prometerte que vas a vivir más libre de estrés, con menos temor, con más confianza y más victorioso que nunca!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

jueves, 29 de abril de 2021

La Gracia Es Una Persona, No Una Doctrina

 Inspiración De Gracia


Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.  Juan 1:17

¿Sabes qué hace que el cristianismo sea único y le da el poder para liberar a las personas de todos sus miedos, pensamientos de condenación y adicciones?  Muchos de los sistemas de creencias del mundo se rigen por códigos, reglas y leyes morales.

Pero el cristianismo es único en el sentido de que no se trata de una lista impersonal de lo que se debe y no se debe hacer.  Se trata de tener una relación con Dios Todopoderoso.  Y es Dios trabajando en nosotros y para nosotros a través de esta relación lo que trae transformación a nuestras vidas.

Amado, Dios está completamente interesado en tener una relación contigo hoy.  El apóstol Juan nos dice que “la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo”. (Juan 1:17)

Nota también que la ley fue dada.  Esto implica un sentido de distancia.  Y en contraste, ¡la gracia vino!  La gracia es personal y vino como una persona —la persona de Jesucristo.

La ley es dura, fría e impersonal.  No se puede tener una relación con dos tablas de piedra.  Pero la gracia es dulce y cálida.  La gracia no es una enseñanza ni una doctrina.  La gracia es una persona y con una persona nosotros somos capaces tener una relación.

A Dios no le interesa la mera obediencia y sumisión.  Él es un Dios de amor y Él anhela tener una relación íntima contigo.

Jesús vino y murió de una muerte cruel en la cruz, pagando la deuda completa del pecado con Su propia vida, para que tú y yo podamos reinar en la vida hoy.  Su sacrificio cumplió perfectamente todos los requisitos de la ley en nuestro nombre (Mateo 5:17, NVI).  Todo lo que nosotros no pudimos hacer, Él lo hizo en nuestro lugar.

Cuando tú recibes a Jesucristo como tu Señor y Salvador, eres hecho santo y justo por Su sangre, de una vez y para siempre.  Tú puedes entablar una relación con el Dios Todopoderoso y acercarte confiadamente a Su presencia sin ninguna culpa, condenación o expectativa de castigo.

Verás, cuando tú has pagado tu deuda con el prestamista por la hipoteca de tu casa, tú dejas de enviar los pagos mensuales porque la deuda ya ha sido cubierta en su totalidad.  Si el prestamista te envía una carta exigiendo un pago adicional, todo lo que tú tienes que hacer es presentar el título de propiedad de tu casa.  En el mismo sentido, ¡la deuda que tú y yo teníamos con la ley ya ha sido pagada por nuestro Salvador, Jesucristo!  ¡Aleluya!

Cuando el diablo venga a acusarte con la ley y te muestre cómo has fallado y no has cumplido, quita la mirada de ti mismo y señala el pago que Jesús hizo en la cruz.  Cristo es tu título de propiedad, que es por lo cual hoy tú eres llamado “cristiano”.

Tú no eres tuyo.  Tú has sido comprado con la preciosa sangre de Jesucristo.  Su sangre, derramada por ti, es lo que hace que tu relación con Dios sea algo seguro.  ¡Y es lo que hoy te da la base para extender tu mano y recibir tu libertad de parte de tu amoroso Salvador!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

miércoles, 28 de abril de 2021

Un Solo Gemido Llegará Al Trono

 Inspiración De Gracia


Y los hijos de Israel gemían a causa de la servidumbre, y clamaron; y su clamor, a causa de su servidumbre, subió a Dios. Oyó Dios su gemido, y se acordó Dios de Su pacto con Abraham, Isaac y Jacob.  Éxodo 2:23-24

Hay un enemigo que quiere mantenerte esclavizado a esa condición médica en tu vida.  El enemigo quiere mantenerte en un lugar de desesperación y mantenerte tan enfocado en tus decepciones que no puedas aferrarte a las promesas de Dios para ti.  Eso es lo que les hizo a los hijos de Israel.  Cuando Moisés les dijo a los israelitas que Dios los rescataría de su esclavitud, la Biblia nos dice que ellos “no quisieron escucharlo” porque estaban “demasiado desalentados por la brutalidad de su esclavitud”. (Éxodo 6:6–9, NTV).

Pero Dios no los abandonó a pesar de que ellos se negaron a escuchar.  Él sabía que ellos estaban desesperados porque habían sufrido bajo el yugo de la esclavitud durante mucho tiempo.  ¿Quieres saber qué hicieron los hijos de Israel que hizo que Dios los rescatara tan poderosamente?

Lee esto por ti mismo en el versículo anterior.  Los hijos de Israel estaban tan oprimidos que todo lo que pudieron hacer fue gemir.  No quedaba nada en ellos para preparar sus oraciones.  Y la Biblia nos dice que Dios oyó su gemido y se acordó de Su pacto con Abraham, Isaac y Jacob.

Estoy compartiendo esto contigo porque quiero que sepas que no necesitas preparar declaraciones de fe impresionantes ni hacer nada por Dios antes, para que Él te escuche.  Un solo gemido llegará al trono.  Un simple suspiro tuyo llegará al salón del trono de tu Abba en el cielo.  Si un solo gemido de los hijos de Israel pudo activar el pacto que Dios había hecho con sus antepasados, ¡cuánto más logrará tu clamor, oh hijo del Altísimo!

Si tú te encuentras desanimado debido a tu condición médica, clama a Él y toma esta idea adicional de la Pascua como un estímulo.  Me encanta que Dios les dijera a los hijos de Israel que participaran del cordero pascual de esta manera: “Comerán el cordero de este modo: con el manto ceñido a la cintura, con las sandalia puestas, con la vara en la mano…” (Éxo. 12:11, NVI)

¿Por qué tenían que comer con el manto ceñido a la cintura, las sandalias puestas y las varas en sus manos?  Dios les estaba diciendo que estuvieran listos para su liberación física incluso mientras comían el cordero asado.

De la misma manera, cuando nosotros participamos de la Santa Cena, participemos con fe y expectativa.  Nuestro compasivo Señor Jesús ha escuchado nuestros gemidos, y Él quiere y puede liberarnos de cualquier opresión.

Participemos entonces esperando que nuestro milagro suceda, esperando nuestra liberación.  Eso fue lo que los israelitas hicieron a pesar de su sufrimiento, y salieron sin que ninguno de ellos estuviera enfermo ni débil.

Yo quiero ver que esto suceda para mi iglesia y para ti.  Puede que todavía no hayamos llegado al punto en el que podamos decir que “no hay ninguno débil”, pero creo que estamos en camino.

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

martes, 27 de abril de 2021

El Secreto De La Sabiduría De Salomón

 Inspiración De Gracia


Da, pues, a Tu siervo un corazón con entendimiento para juzgar a Tu pueblo y para discernir entre el bien y el mal. Pues ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo Tuyo tan grande?  1 Reyes 3:9

Echemos un vistazo a la vida de Salomón.  Cuando Salomón se convirtió en rey, él era solo un joven de unos 18 años y tenía un saco muy grande que llenar como sucesor de David al trono.  Salomón no estaba lleno de sabiduría cuando ascendió al trono por primera vez, pero claramente era muy formal.

Él fue al monte Gabaón, donde estaba el tabernáculo de Moisés, para ofrecer mil holocaustos al Señor.  En el monte Gabaón, el Señor se le apareció a Salomón en un sueño y le dijo: “Pide lo que quieras que Yo te dé”. (2 Crónicas 1:7)

Ahora, piensa en esto por un momento.  ¿Qué habrías pedido tú si estuvieras en la posición de Salomón?  Salomón no pidió riquezas.  Él tampoco pidió ser honrado por todos los hombres.  En cambio, él le dijo al Señor: “Dame ahora sabiduría y conocimiento, para que pueda salir y entrar delante de este pueblo; porque, ¿quién podrá juzgar a este pueblo tuyo tan grande?” (2 Crón. 1:10)

La Biblia registra que la petición de Salomón “agradó al Señor” (1 Reyes 3:10) y el Señor respondió: “Por cuanto esto estaba en tu corazón, y no has pedido riquezas, ni bienes, ni gloria, ni la vida de los que te odian, ni aun has pedido larga vida, sino que has pedido para ti sabiduría y conocimiento para poder gobernar a Mi pueblo sobre el cual te he hecho rey, sabiduría y conocimiento te han sido concedidos. Y te daré riquezas, bienes y gloria, tales como no las tuvieron ninguno de los reyes que fueron antes de ti, ni los que vendrán después de ti”. (2 Crón. 1:11-12)

El Libro de 1 Reyes nos dice que Salomón le dijo al Señor: “Da, pues, a Tu siervo corazón con entendimiento para juzgar a Tu pueblo y para discernir entre el bien y el mal.  Pues ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo Tuyo tan grande?” Entonces, cuando Salomón pidió sabiduría y conocimiento, él estaba pidiendo un corazón comprensivo.

Vayamos más profundo.  La palabra “entendimiento” aquí es la palabra hebrea shama, que significa “escuchar inteligentemente”.  En otras palabras, Salomón había pedido un corazón que escucha —que escuche y que fluya con la dirección del Espíritu de Dios, quien nos dirige a toda la verdad. (Juan 16:13)  ¡Tú necesitas un corazón que escucha para que la sabiduría de Dios fluya a través de ti en todos los aspectos de tu vida!

Yo creo que la misma petición que agradó al Señor entonces todavía le agrada hoy.  Dios se complace cuando nosotros le pedimos sabiduría a Jesús.  Pedirle sabiduría a Él es ponernos en una postura de confianza y dependencia de Su favor inmerecido.  Solo los humildes pueden pedirle a Jesús sabiduría y un corazón que escuche.

Aunque Salomón solo pidió sabiduría, el Señor le añadió “riquezas, bienes y gloria”.  Demasiadas personas están persiguiendo riquezas, bienes y gloria, sin darse cuenta que estos provienen de la sabiduría de Jesús.

Incluso si alguien llegara a tener una riqueza repentina, sin la sabiduría de Jesús para administrarla, el dinero se desperdiciaría.  Pero con la sabiduría de Jesús, tú no solo serás bendecido, tú también podrás aferrarte a las bendiciones en tu vida.

¡Jesús te hace confiable para el buen éxito que produce frutos duraderos y permanentes de generación en generación!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

lunes, 26 de abril de 2021

El León Rugiente

 Inspiración De Gracia


Sed de espíritu sobrio, estad alerta. Vuestro adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente, buscando a quién devorar.  1 Pedro 5:8

¿No es interesante en el pasaje anterior que el diablo tiene que buscar a aquellos a quienes él puede devorar?  Esto significa que él no puede devorar a todos.  ¡No le rindas a él tu autoridad y resultes siendo hallado entre aquellos a quienes puede devorar!  Además, ¿notaste que él deambula como, o de forma similar a “un león rugiente”?

Le pregunté al Señor por qué el diablo anda como un león rugiente y no como otra criatura.  Él me llevó a Proverbios 19:12, que dice: “Como rugido de león es la ira del rey”.

El diablo es un impostor que anda como un león rugiente porque está imitando al Rey de reyes, nuestro Señor Jesús, el verdadero León de Judá.  Él quiere que las personas piensen que nuestro Rey está lleno de ira, enojo y rabia contra nosotros.  Él viene hacia nosotros rugiendo con voz de condenación, acusación y vergüenza.

Satanás quiere que tú tengas la impresión de que le has fallado a Dios y que Él no solo está decepcionado de ti, sino que también está completamente furioso contigo.  Ahora, si tú creyeras eso acerca de Dios, ¿estarías refugiándote bajo la sombra de Sus alas?  ¿Tomarías el lugar de autoridad, poder y fuerza que te corresponde?  Por supuesto que no.  De hecho, ¡huirías de Dios!

Los creyentes que están bajo una nube de condenación no van a orar la Oración de Protección.  Ellos se sienten indignos de las promesas de Dios y, de hecho, esperan el castigo y el juicio de Dios.

Es allí exactamente donde el diablo quiere que estés.  Cuando tú te alejas de Dios, corres directo a la trampa del diablo.  Abdicas de tu lugar de autoridad cuando abdicas de tu lugar de intimidad con Dios.

Amado, tú necesitas saber esto: Tú eres amado.  Dios no está enojado contigo.  En Cristo, tú puedes tener la confianza de que eres perdonado, amado y justificado. (Efesios 1:7, Romanos 8:37, 2 Corintios 5:21)  El Señor Jesús tomó todo tu castigo en la cruz, para que hoy tú puedas disfrutar de Su favor inmerecido, que no te has ganado y del que no eres digno.  Dios te ve en Cristo, quien es completamente inmaculado y sin culpa.

Según nuestras propias acciones, ninguno de nosotros califica para Su protección.  Pero debido a lo que nuestro Señor Jesús hizo por nosotros en la cruz, todos nosotros podemos acercarnos confiadamente a Su trono de gracia. (Heb. 4:16)  ¡Debido a lo que Él hizo, nosotros calificamos para habitar en el lugar secreto con el Rey de reyes, donde el falso “león rugiente” no tiene poder sobre nosotros!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

domingo, 25 de abril de 2021

Perseguidos Por Dios

 Inspiración De Gracia


Y tenía que pasar por Samaria. Llegó, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar… y allí estaba el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó junto al pozo. Era como la hora sexta. Una mujer de Samaria vino a sacar agua, y Jesús le dijo: “Dame de beber.”  Juan 4:4-7

Quiero animarte a leer la excepcional historia de la mujer samaritana en Juan 4.  Considerada como una mujer con un pasado sombrío, se hablaba mal de ella en su aldea y probablemente la rechazaban por ser una destructora de hogares, una “ladrona de maridos”.

Ahora, la suya no es una historia de ficción.  Ella era una persona real, como tú y yo.  Sus problemas y dolor, como muchos de los nuestros, eran reales y la acosaban todos los días... ¡hasta que ella encontró a un Salvador completamente real!

A pesar de la costumbre de los judíos de esa época de evitar cualquier contacto con los samaritanos, a quienes percibían como inferiores espiritualmente, Juan registra que mientras Jesús viajaba de Judea a Galilea, Él tenía que pasar por Samaria”. (Juan 4:4, NTV)

Haz una pausa conmigo y piensa en estas palabras por un momento: Tenía que.  Necesitaba.  Debía.  Palabras que hablan no solo de necesidad, sino que subrayan una firme determinación, ¡e incluso urgencia!  Jesús había programado deliberadamente una cita divina con la mujer en el pozo, aunque ella no sabía nada al respecto.

Sabemos por el relato que esta mujer solitaria, condenada al ostracismo, tuvo una conversación con Jesús en el pozo, la cual transformó su vida.  Pero no te equivoques —no fue ella quien buscó a Jesús para hablar con Él.  Fue el Salvador quien persiguió a quien otros rechazaron.

¿Sabes que Él todavía está haciendo eso hoy?  ¿Tienes tú un pasado del que estás avergonzado?  ¿Estás luchando por superar algo que sabes que te está destruyendo?  ¿Te sientes completamente solo y que nadie comprende el dolor por el que estás pasando?

Quiero que sepas que Jesús no ha cambiado.  Tal como lo fue para la mujer samaritana, el amoroso Salvador continúa siendo tu ayuda presente en tus momentos de necesidad. (Sal. 46:1)

Él conoce el sufrimiento, la vergüenza y las luchas por las que estás pasando en este momento.  E incluso, si lo que estás pasando es una consecuencia de las malas decisiones y los errores que has cometido en tu vida, Él no te deja ni te abandona.  ¡No —mil veces no!

Él sale del camino para tener una cita personal contigo, para restaurarte y rescatarte.  El hecho de que tú estés leyendo esto ahora mismo es una confirmación de que Jesús se está acercando a ti con Su amor, gracia y perdón.

Habla con Él como lo hizo la mujer.  Prueba y toca Su gracia y compasión por ti como ella lo hizo.  Y como ella, descubre el perdón, la libertad y la fuerza de Jesús para caminar hacia un nuevo futuro brillante.

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

sábado, 24 de abril de 2021

El Combustible Para Vivir Correctamente

Inspiración De Gracia


Pero Él, habiendo ofrecido un solo sacrificio por los pecados para siempre, se sentó a la diestra de Dios… Porque por una ofrenda Él ha hecho perfectos para siempre a los que son santificados.  Hebreos 10:12, 14

A muchos creyentes les preocupa que cuando las personas reciban la revelación de su perdón completo en Cristo, ellos se relajen, tomen el pecado a la ligera y lleven una vida alejados de Dios.  Les preocupa que tal enseñanza no ponga énfasis en la santificación o el deseo de vivir vidas santas que glorifiquen a Dios.

Así que, permíteme explicarte aquí que si bien tú has sido justificado y hecho justo por la sangre de Jesús o perfeccionado para siempre, la santificación es un proceso continuo en tu crecimiento como cristiano.  Es por eso que el autor del libro de Hebreos dice que nosotros estamos siendo santificados, a pesar de que hemos sido perfeccionados para siempre por el acto perfecto de obediencia de Cristo en la cruz. (Ver la escritura de hoy)

Como creyente, tú no puedes volverte más justo, pero si puedes volverte más santificado o santo en términos de cómo vives tu vida.  La justificación por la fe sucedió de forma instantánea —en el momento en que recibiste a Jesús, tú fuiste perdonado, limpiado, perfeccionado en justicia y salvado.  Tú también fuiste santificado en Cristo. (Heb. 10:10)

Sin embargo, es importante comprender que la revelación y la realización de tu santificación en Cristo es progresiva.  Esto significa que cuanto más crezcas en tu relación con el Señor Jesús, más santo te volverás en cada área de tu vida.

Recuerdo a un precioso hermano que escribió a mi ministerio describiendo cómo la revelación de nuestro perdón en Cristo lo llevó a una intimidad con Dios, con la que él antes solo había soñado.  “Anteriormente, cuando yo estaba intentando ser un buen cristiano”, dijo, “yo solo me arrastraba, centímetro a centímetro.  Pero ahora que me he aferrado a la gracia, ¡estoy corriendo en mi relación con Dios!  ¡Cuanto más aprendo sobre la maravillosa gracia de Dios, más desesperadamente quiero glorificarlo con mi vida!”

¡Qué hermosa imagen de lo que realmente sucede cuando una persona se sienta bajo una enseñanza que devela el evangelio puro de la gracia gloriosa!  La revelación del perdón no quita valor, ni sucede a expensas de vivir correctamente.  En cambio, es el combustible que hace que una vida correcta suceda.

El Merriam-Webster Online describe la santificación como “el estado de crecimiento en la gracia divina como resultado del compromiso cristiano después de la conversión.”  Lo ves, todo se trata de crecer en la gracia.

Establécete en el evangelio de la gracia.  Pablo le dijo a Timoteo: “fortalécete en la gracia que hay en Cristo Jesús”. (2 Tim. 2:1)  Pedro animó a los creyentes a construir una base sólida con estas palabras finales en su última epístola: “Creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”. (2 Ped. 3:18)

Amigo, la gracia produce santidad verdadera.  Cuanto más creces en la gracia —más estás siendo lavado, una y otra vez, por el agua de la palabra de la gracia de Dios— más creces en santificación y santidad, y más permites que el Espíritu Santo corrija los hábitos y la forma de pensar que te mantienen en esclavitud.

Amado, cuando tú experimentas la gracia de nuestro Señor Jesús, el encanto y los placeres pasajeros del pecado se desvanecen a la luz de Su gloria y gracia.  Esto te dará la libertad de tener la clase de relación que siempre has deseado con Dios, ¡una relación íntima, poderosa y llena de paz, gozo y buenos frutos!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

viernes, 23 de abril de 2021

Todas Tus Necesidades Cubiertas

 

Inspiración De Gracia


El Señor es mi pastor, nada me faltará.  Salmos 23:1

Una bien conocida imagen de Dios como nuestro Pastor y sanador es articulada en el hermoso Salmo 23.  Este fue escrito por David, un pastor que vio al Señor como su Pastor.  Toma un momento y lee este salmo en tu Biblia.

Cuando tú veas al Señor como tu Pastor, nada te faltará, y eso incluye que no te hará falta salud.  Cualesquiera que sean las necesidades que tú tengas, nada te faltará porque tu Buen Pastor las suple.

No es necesario que te hagas cargo de ti mismo tratando de encargarte de todo y vivir como si no tuvieras a Dios.  Cualquiera que sea la condición médica que estás enfrentando, mantente cerca del Pastor y permite que Él provea para ti.

¿Y notaste lo primero que el Pastor hace?  El salmista escribió: “En lugares de verdes pastos me hace descansar.” (Sal. 23:2)

Cuando tú le permites a Él ser tu Buen Pastor, Él te llevará a lugares de verdes pastos y te hará descansar.  Tú puedes descansar, porque Él proveerá para ti.  Él te llevará junto a aguas de reposo, donde tú podrás beber y refrescarte.  La palabra hebrea para “reposo” es manuka, que significa “descanso.”  Él te quiere en el lugar donde puedes descansar en la victoria que Él ya ganó en la cruz.

No es una coincidencia que muchos de los milagros de sanidad de Jesús tuvieran lugar en el día de reposo.  Él sanó a un hombre que tenía una mano seca (Mateo 12:10-13), a una mujer encorvada durante dieciocho años (Lucas 13:10-13), a un hombre hidrópico (Lucas 14:2-4) y a otro hombre que tenía una enfermedad desde hacía treinta y ocho años, en el estanque de Betesda (Juan 5:2-9), todo en el día de reposo.

Dios le dijo a Su pueblo que guardaran el día de reposo como un día de descanso. (Éxodo 20:8-11)  Cuando nosotros descansamos, Dios trabaja; cuando nosotros trabajamos, Dios descansa.  No sé ustedes, ¡pero yo no puedo permitirme no tener a Dios trabajando en cada área de mi vida!

Quizás tú o tus seres queridos hayan estado lidiando con una enfermedad crónica.  Permíteme explicarte que “descansar” no significa que no hagas lo que tus médicos te han recomendado o que no realices los ejercicios de fisioterapia que te prescribieron, y que simplemente te sientes en tu casa en negación.  El descanso no es inactividad; es una actividad dirigida por el Espíritu en la que tú le permites al Espíritu Santo que te guíe en lo que debes hacer, y lo haces sin preocuparte porque sabes que Él tiene el control.

¿Quieres saber el resultado de permitir que el Señor nos dé descanso?

Déjame mostrarte lo que dijo el rey Salomón:

Mas ahora el Señor mi Dios me ha dado reposo por todas partes; no hay adversario ni mal encuentro.

—1 Reyes 5:4

¿No te encanta eso?  Oro para que tú experimentes eso en el nombre de Jesús —llegar a un lugar en donde no hay adversario ni un mal encuentro en tu vida.   ¡Amén!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

jueves, 22 de abril de 2021

Ven A Jesús Tal Como Eres

 Inspiración De Gracia


Y a ella le dijo: “Tus pecados han sido perdonados… Tu fe te ha salvado, vete en paz.”  Lucas 7:48, 50

Imagínate esto: tú estás a punto de entrar en un tiempo de adoración en la iglesia y cuando el líder hace la invitación a este tiempo, te pide a ti y a todos los demás creyentes que primero busquen en sus corazones cualquier pecado que pueda mantenerlos alejados de la presencia del Señor.  Dime, ¿qué le pasa a tu corazón cuando comienzas a buscar el pecado en él?  ¿Y qué pasa con tu adoración?

Una de las cosas que me enseñaron durante mis años de formación como cristiano fue que yo tenía que buscar el pecado en mi corazón antes de que pudiera adorar al Señor.  Cada vez que lo hacía, yo me sentía como si estuviera entrando en un almacén oscuro y lúgubre lleno de telarañas.  Me imaginaba mirando a mi alrededor y buscando todos mis pecados con una pequeña antorcha.  ¿Has estado allí?  Y cuanto yo más buscaba, más encontraba y más me sentía indigno de entrar en la santa presencia de Dios.

Entonces, en lugar de ser más consciente de la belleza y el amor de mi Salvador, me volvía cada vez más y más consciente de mis pecados, de mi inmundicia y de mi culpa.  Inicialmente, yo levantaría mis manos y estaría listo para alabar y adorar a Dios.  Pero cuanto más buscaba en mi corazón el pecado, más colgaban mis manos de abatimiento.

¿Cómo podía yo adorar a Dios?  ¿Cómo podría yo tener el valor y la audacia de entrar en Sus atrios con alabanza?

A medida que crecía y maduraba en las cosas de Dios, me di cuenta de que la idea de que tú tenías que estar “bien” antes de poder adorar a Jesús, es una tradición del hombre.  Por ejemplo, la mujer de Lucas 7, que se acercó a Jesús con un frasco de alabastro con perfume, simplemente se postró a Sus pies y lo adoró.  Ella lavó Sus pies con sus lágrimas y se los secó con su cabello antes de ungirlos con el aceite.

La Biblia registra claramente que la mujer era una pecadora, y muchos creen que ella era una prostituta, pero la Biblia no dice nada acerca de que ella se detuvo a escudriñar su corazón o a confesar sus pecados antes de adorar a Jesús.  Ella lo adoró tal como ella era, y después de eso, Jesús le dijo: “Tus pecados han sido perdonados”.

Creo que el diablo ha tratado de robarnos esta tremenda verdad.  Cualquiera que sea tu necesidad, ya sea que estés sumido en deudas, atrapado en un pecado en particular o temeroso por tu futuro, ven a Jesús.

Él es tu Salvador.  Él es tu sanador.  Él es tu proveedor.  Él es tu paz.  Él es tu perdón.  Él es tu “YO SOY” (Éxodo 3:14), lo que significa que Él es el gran “YO SOY” para lo que sea que tú necesites que Él sea en tu situación.

Cualquiera que sea la necesidad que tú puedas estar enfrentando en este momento, Él te ama y Él es tu solución.  Ven y adóralo tal como eres, y Él te encontrará en tu punto de tu necesidad.  Tú no tienes que preocuparte por las faltas que has cometido, porque estás adorando a tu perdonador.  No tienes que preocuparte por tu enfermedad, porque estás adorando a tu sanador.  Si los creyentes realmente conocieran esta verdad, ¡ni siquiera caballos salvajes habrían podido evitar que ellos vengan a adorar a Dios!

Amado, ven y adora con la misma determinación y confianza con las que esta mujer lo hizo.  Vas a escuchar a Jesús decir: “Tus pecados han sido perdonados… Tu fe te ha salvado. Vete en paz.”

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

miércoles, 21 de abril de 2021

La Imagen De Un Hombre Bendecido

 Inspiración De Gracia


Bendito es el hombre que confía en el Señor, cuya confianza es el Señor. Será como árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces junto a la corriente; no temerá cuando venga el calor, y sus hojas estarán verdes; en año de sequía no se angustiará ni cesará de dar fruto.  Jeremías 17:7-8

Veamos algunas de las imágenes que la Biblia pinta para nosotros en Jeremías 17.  La Palabra de Dios es asombrosa.  Él nos habla en la Biblia a través de imágenes narradas y metáforas.

Por ejemplo, Jeremías 17:5–6 nos pinta la imagen de un hombre maldito —“una zarza en el desierto”.  ¡Qué deprimente imagen para un hombre!  Una persona que está siempre confiando en sí misma es como un arbusto seco o una zarza, con aspecto viejo, cansado y demacrado.

Pero gracias a Dios, la Biblia no se detuvo en la descripción del hombre maldito.  Ésta continúa pintando una hermosa imagen de un hombre bendecido: “Bendito es el hombre que confía en el Señor, cuya confianza es el Señor. Será como árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces junto a la corriente; no temerá cuando venga el calor, y sus hojas estarán verdes; en año de sequía no se angustiará ni cesará de dar fruto.

¡Wow!  Yo sé qué hombre prefiero ser.  ¡En verdad, una imagen vale más que mil palabras!  ¡Quiero que hoy te veas a ti mismo como este árbol plantado junto a las aguas!

Cuando estaba de vacaciones con mi esposa, Wendy, en las impresionantes Montañas Rocosas de Canadá, pasamos mucho tiempo recorriendo y sumergiéndonos en el esplendor de la creación de nuestro Padre celestial.  Mientras caminábamos por la orilla de un río muy tranquilo con el que nos topamos, encontramos un árbol majestuoso anclado al borde del agua.  Su tronco era robusto y fuerte, y sus ramas se extendían para formar un pabellón perfecto sobre él.  En contraste con los otros árboles que estaban más lejos del río, sus hojas eran refrescantemente verdes y suculentas.  Esto se debía a que el río alimentaba constantemente al árbol.

Mirando este árbol hermoso e impresionante, yo no pude evitar recordar al hombre bendito que se describe en Jeremías 17, y recuerdo que me dije a mí mismo: “¡Yo soy como este árbol en el nombre de Jesús!”  Cuando tú dependes y confías en el Señor, tú también eres como este árbol.

Jesús hará que seas una imagen robusta de fuerza, vitalidad y buen éxito.  Mírate a ti mismo como un hermoso árbol plantado junto a las aguas.  La Palabra de Dios dice que incluso cuando llegue el calor, ¡tú no temerás!

¿Notaste la diferencia crucial entre el hombre bendito y el hombre maldito?  Mientras que el hombre maldito no puede ver el bien cuando llega (Jer. 17:6), ¡el hombre bendito no temerá, incluso cuando venga el calor!

La versión King James de la Biblia dice que el hombre bendito no verá cuando venga el calor”.  Esto es sorprendente.  Significa que el calor llega incluso al hombre bendito, pero él no está consciente de las temporadas de calor, sino que sigue siendo fuerte y sigue floreciendo.  Él será como un árbol cuya hoja continúa siendo verde.

¡Cuando tú eres como el hombre bendito, tú vas a estar siempre verde!  Esto significa que vas a disfrutar de salud divina, juventud, vitalidad y dinamismo.

Cuando eres bendecido, tu cuerpo se llena de vida a medida que el Señor renueva tu juventud y tu vigor.  Tu salud no te fallará ni perderás tu juventud.  No habrá estrés, miedo, ni ataques de pánico, porque el hombre bendito “en año de sequía no se angustiará ni cesará de dar fruto”.

El año de sequía habla de una hambruna severa y en nuestra lengua vernácula moderna, esto no sería diferente al colapso financiero global, la crisis de las hipotecas de alto riesgo, el colapso de los bancos de inversión global, los mercados de valores volátiles y el aumento de la inflación.  Si bien estas pueden ser malas noticias para el mundo, el hombre bendito puede permanecer en descanso y no estar ansioso porque Dios ha prometido que, incluso en medio de una crisis, él “no cesará de dar fruto”.

Amado, ¡sé el hombre bendito que pone su confianza en el Señor y esto también te sucederá a ti!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince