Inspiración De Gracia
Da,
pues, a Tu siervo un corazón con entendimiento para juzgar a Tu pueblo y para
discernir entre el bien y el mal. Pues ¿quién será capaz de juzgar a este
pueblo Tuyo tan grande? 1 Reyes 3:9
Echemos un vistazo a la vida de
Salomón. Cuando Salomón se convirtió en
rey, él era solo un joven de unos 18 años y tenía un saco muy grande que llenar
como sucesor de David al trono. Salomón
no estaba lleno de sabiduría cuando ascendió al trono por primera vez, pero
claramente era muy formal.
Él fue al monte Gabaón, donde estaba el tabernáculo de
Moisés, para ofrecer mil holocaustos al Señor. En el monte Gabaón, el Señor se le apareció a
Salomón en un sueño y le dijo: “Pide lo
que quieras que Yo te dé”. (2 Crónicas 1:7)
Ahora, piensa en esto por un momento. ¿Qué habrías pedido tú si estuvieras en la
posición de Salomón? Salomón no pidió
riquezas. Él tampoco pidió ser honrado
por todos los hombres. En cambio, él le
dijo al Señor: “Dame ahora sabiduría y conocimiento, para que
pueda salir y entrar delante de este pueblo; porque, ¿quién podrá juzgar a este
pueblo tuyo tan grande?” (2 Crón. 1:10)
La Biblia registra que la petición de Salomón “agradó al
Señor” (1 Reyes 3:10) y el Señor respondió: “Por
cuanto esto estaba en tu corazón, y no has pedido riquezas, ni bienes, ni gloria,
ni la vida de los que te odian, ni aun has pedido larga vida, sino que has
pedido para ti sabiduría y conocimiento para poder gobernar a Mi pueblo sobre
el cual te he hecho rey, sabiduría y conocimiento te han sido concedidos. Y te
daré riquezas, bienes y gloria, tales como no las tuvieron ninguno de los reyes
que fueron antes de ti, ni los que vendrán después de ti”. (2 Crón. 1:11-12)
El Libro de 1 Reyes nos dice que Salomón le dijo al Señor:
“Da, pues, a Tu siervo corazón con entendimiento para juzgar a
Tu pueblo y para discernir entre el bien y el mal. Pues ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo
Tuyo tan grande?” Entonces, cuando Salomón pidió sabiduría y conocimiento, él
estaba pidiendo un corazón comprensivo.
Vayamos más profundo. La palabra “entendimiento” aquí es la palabra
hebrea shama, que significa “escuchar
inteligentemente”. En otras palabras,
Salomón había pedido un corazón que
escucha —que escuche y que fluya con la dirección del Espíritu de Dios,
quien nos dirige a toda la verdad. (Juan 16:13) ¡Tú necesitas un corazón que escucha para que
la sabiduría de Dios fluya a través de ti en todos los aspectos de tu vida!
Yo creo que la misma petición que agradó al Señor entonces
todavía le agrada hoy. Dios se complace
cuando nosotros le pedimos sabiduría a Jesús. Pedirle sabiduría a Él es ponernos en una
postura de confianza y dependencia de Su favor inmerecido. Solo los humildes pueden pedirle a Jesús
sabiduría y un corazón que escuche.
Aunque Salomón solo pidió sabiduría, el Señor le añadió “riquezas, bienes y gloria”. Demasiadas personas están persiguiendo
riquezas, bienes y gloria, sin darse cuenta que estos provienen de la sabiduría
de Jesús.
Incluso si alguien llegara a tener una riqueza repentina,
sin la sabiduría de Jesús para administrarla, el dinero se desperdiciaría. Pero con la sabiduría de Jesús, tú no solo
serás bendecido, tú también podrás aferrarte a las bendiciones en tu vida.
¡Jesús te hace confiable para el buen éxito que produce
frutos duraderos y permanentes de generación en generación!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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