Inspiración De Gracia
Veamos algunas de las imágenes que la
Biblia pinta para nosotros en Jeremías 17. La Palabra de Dios es asombrosa. Él nos habla en la Biblia a través de imágenes
narradas y metáforas.
Por ejemplo, Jeremías 17:5–6 nos pinta la imagen de un
hombre maldito —“una zarza en el desierto”.
¡Qué deprimente imagen para un
hombre! Una persona que está siempre
confiando en sí misma es como un arbusto seco o una zarza, con aspecto viejo,
cansado y demacrado.
Pero gracias a Dios, la Biblia no se detuvo en la
descripción del hombre maldito. Ésta continúa
pintando una hermosa imagen de un hombre bendecido: “Bendito es el hombre que confía en el Señor, cuya confianza es el
Señor. Será como árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces junto a
la corriente; no temerá cuando venga el calor, y sus hojas estarán verdes; en
año de sequía no se angustiará ni cesará de dar fruto.”
¡Wow! Yo sé qué
hombre prefiero ser. ¡En verdad, una
imagen vale más que mil palabras! ¡Quiero
que hoy te veas a ti mismo como este árbol plantado junto a las aguas!
Cuando estaba de vacaciones con mi esposa, Wendy, en las
impresionantes Montañas Rocosas de Canadá, pasamos mucho tiempo recorriendo y sumergiéndonos
en el esplendor de la creación de nuestro Padre celestial. Mientras caminábamos por la orilla de un río
muy tranquilo con el que nos topamos, encontramos un árbol majestuoso anclado al
borde del agua. Su tronco era robusto y
fuerte, y sus ramas se extendían para formar un pabellón perfecto sobre él. En contraste con los otros árboles que estaban
más lejos del río, sus hojas eran refrescantemente verdes y suculentas. Esto se debía a que el río alimentaba
constantemente al árbol.
Mirando este árbol hermoso e impresionante, yo no pude evitar
recordar al hombre bendito que se describe en Jeremías 17, y recuerdo que me
dije a mí mismo: “¡Yo soy como este árbol en el nombre de Jesús!” Cuando tú dependes y confías en el Señor, tú también
eres como este árbol.
Jesús hará que seas una imagen robusta de fuerza,
vitalidad y buen éxito. Mírate a ti mismo
como un hermoso árbol plantado junto a las aguas. La Palabra de Dios dice que incluso cuando
llegue el calor, ¡tú no temerás!
¿Notaste la diferencia crucial entre el hombre bendito y
el hombre maldito? Mientras que el
hombre maldito no puede ver el bien cuando llega (Jer. 17:6), ¡el hombre
bendito no temerá, incluso cuando venga el calor!
La versión King James de la Biblia dice que el hombre
bendito “no verá cuando venga el calor”. Esto es sorprendente. Significa que el calor llega incluso al hombre
bendito, pero él no está consciente de las temporadas de calor, sino que sigue
siendo fuerte y sigue floreciendo. Él será
como un árbol cuya hoja continúa siendo verde.
¡Cuando tú eres como el hombre bendito, tú vas a estar
siempre verde! Esto significa que vas a
disfrutar de salud divina, juventud, vitalidad y dinamismo.
Cuando eres bendecido, tu cuerpo se llena de vida a medida
que el Señor renueva tu juventud y tu vigor. Tu salud no te fallará ni perderás tu
juventud. No habrá estrés, miedo, ni
ataques de pánico, porque el hombre bendito “en
año de sequía no se angustiará ni cesará de dar fruto”.
El año de sequía habla de una hambruna severa y en nuestra
lengua vernácula moderna, esto no sería diferente al colapso financiero global,
la crisis de las hipotecas de alto riesgo, el colapso de los bancos de
inversión global, los mercados de valores volátiles y el aumento de la
inflación. Si bien estas pueden ser malas
noticias para el mundo, el hombre bendito puede permanecer en descanso y no
estar ansioso porque Dios ha prometido que, incluso en medio de una crisis, él “no cesará de dar fruto”.
Amado, ¡sé el hombre bendito que pone su confianza en el
Señor y esto también te sucederá a ti!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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