Inspiración De Gracia
El
Señor no se tarda en cumplir Su promesa, según algunos entienden la tardanza,
sino que es paciente para con vosotros, no queriendo que nadie perezca, sino
que todos vengan al arrepentimiento. 2
Pedro 3:9
La palabra “arrepentimiento” en el
Nuevo Testamento es la palabra griega metanoia,
que simplemente significa “un cambio de mentalidad”. Meta
significa “cambio” y noia se refiere
a tu mente. Hay personas religiosas que
tienen esta idea de que arrepentirse significa arrastrarse por el suelo y
condenarse a sí mismos hasta que sientan que se han ganado el perdón de Dios suficientemente.
Mi pregunta es, ¿qué tan condenados y apenados necesitan estar
antes de tener el “arrepentimiento” genuino? Y, después de haberse “arrepentido”, si ellos
vuelven a fallar en la misma área, ¿significa que en realidad no se “arrepintieron”
por completo la primera vez?
No dudo de la sinceridad de las personas que creen en el “arrepentimiento”
de esta manera. Sin embargo, tú puedes
ser sincero en tus intenciones, pero aun así estar sinceramente equivocado
cuando el arrepentimiento no se basa en una creencia correcta que conduce a la
transformación interior del corazón.
Es posible golpearse el pecho con tristeza, ponerse
cilicio y cenizas, llorar hasta que se te sequen los ojos y aun así, permanecer
sin cambio. Dolor no equivale a
transformación.
Es el creer correctamente lo que produce un verdadero
arrepentimiento (cambio de mentalidad) y, por lo tanto, una transformación
genuina. Es imposible arrepentirte
verdaderamente, de la manera bíblica —experimentar a Jesús, Su amor, Su gracia
y Su poder, y permitirle que cambie tu mente y tu sistema de creencias— y
seguir siendo el mismo.
¿Puedes ver cómo las enseñanzas centradas en el hombre
sobre la compunción y el arrepentimiento pueden sonar tan bien, pero en
realidad atrapan a las personas en un ciclo permanente de derrota e hipocresía?
La verdad es que si tú eres una nueva criatura
en Cristo, tú ya odias el pecado y la maldad. Esto aflige tu alma y te mueve a buscarle una
salida a tu esclavitud.
El arrepentimiento que tú necesitas —el cambio de
mentalidad que necesitas— es saber que Dios ya te ha perdonado. Deja de condenarte a ti mismo y toma Su justificación
como tu identidad, para caminar hacia nuevos niveles de victoria sobre el
pecado.
Ahora que has comprendido lo que es el arrepentimiento
bíblico, aplícalo para ganar la batalla por tu mente. Cuando los pensamientos equivocados vengan a
tu cabeza, el arrepentimiento o cambio de mentalidad que necesitas es saber que
esos pensamientos no te pertenecen.
El arrepentimiento en esta situación no tiene que ver con
castigarte a ti mismo por esos pensamientos. Yo solía hacer eso, y eso solo me dejó más oprimido y derrotado.
No, no les des espacio para florecer, ignóralos mientras
continúas estando establecido y seguro en tu identidad en Cristo. Llena tu mente con Sus pensamientos, con Su
Palabra viva, con Su paz, con Su gozo y con Su amor.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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