Inspiración De Gracia
Porque
por fe andamos, no por vista. 2
Corintios 5:7
Hace algunos años, a la esposa de uno
de mis líderes clave le diagnosticaron un quiste en el útero que, según los
médicos, tenía que ser extirpado mediante cirugía. Ellos le dijeron que incluso podrían tener que
extirparle todo el útero. Por supuesto,
esta pareja se vio muy afectada por la noticia. Yo me reuní con ellos para orar con ellos y tomar
juntos la Santa Cena.
Honestamente, yo no sentía nada de fe cuando oré por
ellos. De hecho, me sentía bastante
impotente. Pero escuché al Señor
diciéndome que descansara. Yo lo escuché
diciéndome que ni siquiera tratara de usar la fe y que simplemente descansara
en Su fe. Así que simplemente dije:
“Crecimiento, te maldigo hasta tus raíces en el nombre de Jesús. Se arrancado desde la raíz y se arrojado al
mar”. Al mismo tiempo, también oré para
que el Señor hiciera que su juventud se renovara como la de las águilas.
Unos días después, ella tuvo una tomografía final antes de
la cirugía. ¿Y sabes qué? ¡Su ginecólogo dijo que el crecimiento
simplemente había desaparecido por completo y que era un milagro! Pero el Señor no se detuvo allí. Su período mensual se había detenido por
algún tiempo, pero poco después de que oré por ella, éste regresó. El Señor había renovado su vientre y su
juventud. ¡Aleluya!
Yo no sentí fe cuando oré por ella, pero su sanidad no
dependía de lo que yo sintiera respecto a mi fe. No pongas tus ojos en tu propia fe y pienses: “yo no tengo suficiente fe para el gran rompimiento
(milagro o liberación) que necesito”. La fe no es más que poner nuestra mirada en
Jesús.
Solo había dos personas en los Evangelios a quienes Jesús
describió como que tenían “gran fe”: el centurión, que creía que Jesús solo
tenía que decir una palabra y su criado en casa sería sanado (Mat. 8:5-13) y la
mujer sirofenicia a quien Jesús dijo: “¡Oh
mujer, grande es tu fe!” (Mateo 15:21-28)
Y ninguno de ellos estaba consciente de su propia fe.
¿Quieres saber de qué estaban conscientes ellos? Estaban conscientes de Jesús. Lo vieron a Él como Aquel que es fiel y
poderoso. Ellos tenían una gran apreciación
de Su gracia y Su bondad. ¡Y cuando lo vieron en Su gracia, Él los vio
en su fe!
No te preocupes por si tienes suficiente fe o no. Solo mira a Jesús. Pasa tiempo en Su presencia. Mira o escucha prédicas que estén llenas de
Jesús. Cuando tú tocas a Jesús, tú tocas
la fe porque Él es el autor y consumador de la fe. (Heb. 12:2) La Biblia declara que Él es fiel y que Él no permitirá
que pases por más de lo que puedas soportar. (1 Corintios 10:13) Él te llevará a través de esa situación.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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