Inspiración De Gracia
Pero
Él, habiendo ofrecido un solo sacrificio por los pecados para siempre, se sentó
a la diestra de Dios… Porque por una ofrenda Él ha hecho perfectos para siempre
a los que son santificados. Hebreos
10:12, 14
A muchos creyentes les preocupa que
cuando las personas reciban la revelación de su perdón completo en Cristo, ellos
se relajen, tomen el pecado a la ligera y lleven una vida alejados de Dios. Les preocupa que tal enseñanza no ponga
énfasis en la santificación o el deseo de vivir vidas santas que glorifiquen a
Dios.
Así que, permíteme explicarte aquí que si bien tú has sido
justificado y hecho justo por la sangre de Jesús o perfeccionado para siempre,
la santificación es un proceso
continuo en tu crecimiento como cristiano. Es por eso que el autor del libro de Hebreos
dice que nosotros estamos siendo
santificados, a pesar de que hemos sido perfeccionados para siempre por el acto perfecto de obediencia de
Cristo en la cruz. (Ver la escritura de hoy)
Como creyente, tú no puedes volverte más justo, pero si puedes
volverte más santificado o santo en términos de cómo vives tu vida. La justificación por la fe sucedió de forma
instantánea —en el momento en que recibiste a Jesús, tú fuiste perdonado,
limpiado, perfeccionado en justicia y salvado. Tú también
fuiste santificado en Cristo. (Heb.
10:10)
Sin embargo, es importante comprender que la revelación y
la realización de tu santificación en Cristo es progresiva. Esto significa que cuanto más crezcas en tu
relación con el Señor Jesús, más santo te volverás en cada área de tu vida.
Recuerdo a un precioso hermano que escribió a mi
ministerio describiendo cómo la revelación de nuestro perdón en Cristo lo llevó
a una intimidad con Dios, con la que él antes solo había soñado. “Anteriormente,
cuando yo estaba intentando ser un buen cristiano”, dijo, “yo solo me arrastraba, centímetro a
centímetro. Pero ahora que me he
aferrado a la gracia, ¡estoy corriendo
en mi relación con Dios! ¡Cuanto más
aprendo sobre la maravillosa gracia de Dios, más desesperadamente quiero
glorificarlo con mi vida!”
¡Qué hermosa imagen de lo que realmente sucede cuando una
persona se sienta bajo una enseñanza que devela el evangelio puro de la gracia
gloriosa! La revelación del perdón no
quita valor, ni sucede a expensas de vivir correctamente. En cambio, es el combustible que hace que una
vida correcta suceda.
El Merriam-Webster Online describe la santificación como “el estado
de crecimiento en la gracia divina como resultado del compromiso cristiano
después de la conversión.” Lo ves, todo
se trata de crecer en la gracia.
Establécete en el evangelio de la gracia. Pablo le dijo a Timoteo: “fortalécete en la gracia que hay en Cristo Jesús”. (2 Tim. 2:1) Pedro animó a los creyentes a construir una
base sólida con estas palabras finales en su última epístola: “Creced en la gracia y el conocimiento de
nuestro Señor y Salvador Jesucristo”. (2 Ped. 3:18)
Amigo, la gracia produce santidad verdadera. Cuanto más creces en la gracia —más estás
siendo lavado, una y otra vez, por el agua de la palabra de la gracia de Dios— más
creces en santificación y santidad, y más permites que el Espíritu Santo
corrija los hábitos y la forma de pensar que te mantienen en esclavitud.
Amado, cuando tú experimentas la gracia de nuestro Señor
Jesús, el encanto y los placeres pasajeros del pecado se desvanecen a la luz de
Su gloria y gracia. Esto te dará la
libertad de tener la clase de relación que siempre has deseado con Dios, ¡una
relación íntima, poderosa y llena de paz, gozo y buenos frutos!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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