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domingo, 10 de octubre de 2021

Sin Jesús, No Podemos, Sin Nosotros, Él No Lo Hará

 Inspiración De Gracia


“Yo Soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en Mí y Yo en él ese da mucho fruto, porque separados de Mí nada podéis hacer”.  Juan 15:5

En más de dos décadas de ministerio, he aprendido esto del Señor: Sin Él, nosotros no podemos.  Sin nosotros, Él no lo hará.  Lo que esto significa es simplemente que debemos reconocer el hecho de que si nosotros no dependemos de Jesús, no podremos tener éxito real, duradero y permanente —sin Él, nosotros no podemos.

La Biblia nos dice que a menos que el Señor construya la casa, nosotros trabajamos en vano. (Sal. 127:1)  Los creyentes que quieran experimentar Su éxito necesitan reconocer esta verdad y comenzar a depender de Jesús, solamente de Jesús.

Hay algunos creyentes que pueden no expresarlo, pero en sus corazones están creyendo que sin Jesús, ellos aún pueden tener éxito.  Al creer y actuar de acuerdo a esto, ellos caen del lugar alto de la gracia de Dios (Su favor inmerecido) de nuevo a la ley, de vuelta a tratar de ganar y merecer el éxito con sus propios esfuerzos.

La Palabra de Dios nos dice: “¡Pues, si ustedes pretenden hacerse justos ante Dios por cumplir la ley, ¡han quedado separados de Cristo!  Han caído de la gracia [favor inmerecido] de Dios”. (Gálatas 5:4, NTV)

Estas son fuertes palabras de advertencia.  Una vez tú comienzas a depender de tus propios méritos y de tus esfuerzos para merecer el favor de Dios, estarás de vuelta bajo el sistema de la ley.  Quedas separado de Cristo y has caído del lugar donde tenías Su favor inmerecido obrando en tu vida.

No me malinterpretes, Jesús todavía está contigo (Él nunca te dejará ni te desamparará [Heb. 13:5]), pero al depender de tus propios esfuerzos, tú estás eliminando efectivamente Su favor inmerecido en tu vida.

Entonces, ¿a qué me refiero cuando digo: “Sin nosotros, Él no lo hará”?  Bueno, Jesús es un caballero.  Él no te forzará a que te tragues Su favor inmerecido y Su éxito.

Él necesita que tú le permitas trabajar en tu vida.  Él espera pacientemente que tú confíes en Él.  Él espera pacientemente que tú dependas de Su favor inmerecido, de la manera en que José confió y dependió completamente de la presencia del Señor, hasta que Su presencia manifestada tomó el control y Su gloria irradió todo lo que José tocaba.

Amado, aprendamos rápidamente que sin Jesús, nosotros no podemos tener éxito y que si nosotros elegimos no responder a Su favor inmerecido, Él no nos lo impondrá.

El favor inmerecido de Dios siempre está fluyendo hacia nosotros y Jesús está esperando que nosotros lleguemos al final de nosotros mismos.  Él está esperando que tú dejes de luchar en tus propios intentos por “merecer” de alguna manera Su favor y simplemente dependas de Él.

Entonces, en las áreas en las que tú todavía estás dependiendo de tus propios esfuerzos para tener éxito, comienza a descansar en el favor inmerecido de Jesús y empieza a experimentar Su presencia y Su gloria manifestándose en todo lo que tocas!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

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