Inspiración De Gracia
Nosotros sabemos que predicar,
escuchar y creer el evangelio son muy importantes porque desatan el poder de
Dios para salvarnos de cada área de derrota en la vida. Pero, ¿cómo sabemos si estamos escuchando el
verdadero evangelio? ¿Qué distingue al
verdadero evangelio de cualquier otro “evangelio”?
Para responder a esta pregunta, vayamos al libro de Judas.
El apóstol Judas nos exhorta a “contender ardientemente por la fe que de
una vez para siempre fue entregada a los santos”. (Judas 1:3) ¿Qué es “la fe” aquí por la que la iglesia
debe contender ardientemente?
Amigo, cuando tú escuchas la palabra fe mencionada en el Nuevo Testamento, esta se refiere a la
“justificación por la fe” —cómo uno es hecho justo delante de Dios basado
únicamente en su fe en Cristo Jesús. Esto
es lo esencial del evangelio de Jesucristo. Es por eso que el evangelio se llama “buenas
nuevas” y esto es lo que lo distingue de todos los falsos evangelios.
Desafortunadamente, lo que muchos predican hoy en día no
son buenas noticias, porque la justificación por la fe ha sido sutilmente
reemplazada por la justificación por las obras. Sí, ellos pueden decirte que tú eres salvo por
gracia mediante la fe, pero luego, al mismo tiempo, corrompen la sencillez del
evangelio al decir que te mantienes salvo o eres bendecido por tus obras. También escucharás sobre toda clase de cosas
que deberías hacer por Dios a fin de estar calificado mediante una vida correcta.
Ahora bien, vivir correctamente es
ciertamente importante, pero ese no
es el evangelio. Además, vivir
correctamente viene de creer correctamente en el evangelio.
Lo esencial del evangelio no es vivir correctamente ni
hacer buenas obras, sino la justificación por la fe. Y el apóstol Judas nos exhorta a contender ardientemente por esto. Ese término es traducido de una palabra
griega, epagonizomai, de la cual se
deriva la palabra inglesa agonía. En otras palabras, epagonizomai significa literalmente “agonizar”. ¡Nosotros debemos agonizar por la fe! Nosotros
debemos luchar por la verdad de que somos justificados por la fe y no por las
obras. Este es el verdadero evangelio.
¿Qué más dice la Biblia sobre el evangelio que debemos
predicar? Romanos 1:17 dice: “Porque en el evangelio la justicia de Dios
se revela por fe y para fe; como está escrito: ‘Mas
el justo vivirá por la fe.’” ¿Qué
se supone que se revela en el evangelio? No nuestros pecados, como a muchos les gusta
predicar, ¡sino la justicia de Dios! Solo
escuchar acerca de la gracia de Dios y cómo somos justos por la fe en Cristo
nos liberará de nuestras luchas con el pecado, las adicciones y la esclavitud.
Romanos 1:17 también nos dice que esta justicia de Dios
que tenemos en Cristo se revela “por fe y
para fe” y que el justo “por la fe
vivirá”. ¿Puedes ver esta poderosa
verdad? No es esta idea de que una vez tú
eres salvo por gracia por medio de la fe, pasas a enfocarte en las obras y cuidas
tu desempeño a fin de mantener tu salvación. Muchos
cristianos experimentan gozo abundante cuando son salvos, solo para perder ese
gozo rápidamente cuando se les dice: “Ahora que eres salvo, necesitas trabajar
para agradar a Dios a fin de permanecer salvo”.
No, amigo, es por fe y para fe, para fe para fe... durante
todo el camino, hasta que veamos a Jesús cara a cara. Esto no significa que no haya lugar para las
buenas obras o para vivir una vida santa. Estos son subproductos de vivir por fe y para
fe. Estos serán evidentes en tu vida
cuando vivas creyendo que tú eres justificado, hecho justo y bendecido por la
fe en Cristo. Estas son las buenas
noticias por las que la Palabra de Dios nos exhorta a luchar —¡la justicia por
la fe en Cristo!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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