Inspiración De Gracia
Porque
a vosotros se os ha concedido por amor de Cristo, no solo creer en Él, sino
también sufrir por Él. Filipenses 1:29
Una pregunta que me hacen a menudo
es: ¿Hay sufrimiento en el cuerpo de Cristo?
Amigo, se nos llama y se nos da el privilegio de sufrir
persecución por causa de Su nombre, como dice el apóstol Pablo en las
Escrituras de hoy. Además, Pablo le dice
a su protegido, Timoteo: “Todo el que
quiera vivir una vida de sumisión a Dios en Cristo Jesús sufrirá persecución.”
(2 Timoteo 3:12, NTV) Jesús Mismo dijo
que aquellos que lo sigan serán perseguidos por causa de Su nombre. (Mateo
10:22)
Sin embargo, quiero que quede claro que esta persecución
no implica enfermedades terminales, accidentes trágicos o muerte prematura.
Pero Pastor Prince, ¿no era Job un hombre justo que experimentó
un sufrimiento terrible?
Lo que le pasó a Job no es algo que te sucederá a ti que
estás EN CRISTO hoy. Verás, una de las
quejas de Job fue esta: “Si tan solo
hubiera un mediador entre nosotros, alguien que pudiera acercarnos el uno al
otro.” (Job 9:33, NTV) Ahora, lee
estas poderosas palabras pronunciadas por Eliú en Job 33:23-24, que describen a
este mediador: “Si hay un ángel que sea
su mediador, uno entre mil, para declarar al hombre Su rectitud, y que tenga piedad de él, y diga: ‘Líbralo de descender
a la fosa, he hallado su rescate.’”
La descripción de Eliú de un mediador presagia lo que 1
Timoteo 2:5–6 nos dice: “Porque hay un solo Dios, y también un solo
Mediador entre Dios y los hombres, Cristo
Jesús Hombre, quien se dio a Sí Mismo
en rescate por todos, testimonio dado a su debido tiempo.” Job experimentó sus sufrimientos porque él no
tenía un mediador. Pero hoy, tú y yo lo tenemos
—en la persona de nuestro Señor Jesús, quien murió en la cruz para expiar
nuestros pecados y nos hizo justos ante Dios. Él se convirtió en nuestro rescate (la palabra
hebrea para rescate proviene de la palabra raíz kaphar, que significa “hacer expiación”).
Amado, la sangre expiatoria de Cristo ha cancelado todos
los derechos legales que el enemigo tenía contra ti y tu familia. Cuando tú recibes todo lo que Su sacrificio perfecto
en la cruz ha conseguido por ti, tú no tienes que vivir con miedo de ser como
Job. A diferencia de Job, tú tienes un
mediador —Cristo Jesús. ¡En Él tú puedes
esperar un futuro lleno de Sus promesas, Sus bendiciones y Su protección (Sal.
23:6)!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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