Inspiración De Gracia
Hijo
mío, presta atención a lo que te digo. Escucha atentamente mis palabras, no las
pierdas de vista. Déjalas llegar hasta lo profundo de tu corazón, pues traen
vida a quienes las encuentran y dan salud a todo el cuerpo. Proverbios 4:20-22, NTV
Quiero comenzar este día haciéndote
esta pregunta: en medio de todas las cosas diferentes que escuchas clamando por
tu atención todos los días, ¿estás escuchando mensajes que están llenos de las
buenas noticias de Jesús? Esto es muy importante
porque es la base de tu caminar con paz en tu mente y corazón, y de vida y sanidad
en tu cuerpo.
El verdadero ministerio de cualquier maestro o predicador
de la Biblia del nuevo pacto es revelarte a Jesús y calificarte por la sangre
de Jesús. Él o ella no vienen a revelar
tus faltas ni a traer tus pecados a la mente para descalificarte de entrar en
la presencia de Dios y de disfrutar de Sus bendiciones. Eso es lo que hace un predicador del antiguo
pacto. En el Antiguo Testamento, la
viuda de Sarepta le dijo a Elías: “¿Qué
tengo que ver contigo, oh varón de Dios? Has venido para traer a memoria mis
iniquidades…?” (1 Reyes 17:18)
El enemigo, nuestro acusador, quiere que tú seas
consciente de ti mismo y sigue diciéndote que estés atento a cada uno de tus
actos y pensamientos erróneos. Amigo, no
juegues su juego. Aléjate de sus
acusaciones y de ti mismo, y mira a Jesús. Dios no te está juzgando hoy basado en ti. Él te ha puesto en Cristo y Él ve la excelencia, la belleza y la perfección de
Jesús cuando te mira.
El diablo te quiere consciente de ti mismo. Dios quiere que tú seas consciente de Jesús. Lo mejor para ti es averiguar todo lo que
puedas acerca de Jesús —quién es Él, Sus títulos, Sus glorias oficiales, todo
lo que Él posee— porque todo lo que Él es, Dios lo ha puesto en tu cuenta. ¡Tú eres coheredero conjunto de todo lo que Él
tiene, y toda la herencia que se le debe a Jesús también es tuya! (Rom. 8:17)
La ley se trata
completamente de estar viéndote a ti mismo. El nuevo pacto de la gracia se trata completamente de ti viendo a Jesús. Los fariseos
memorizaron grandes porciones de la Palabra de Dios y, sin embargo, ellos no
pudieron ver la Palabra de Dios en la carne, de pie delante de ellos. Nosotros no deberíamos estar interesados en simplemente acumular conocimiento bíblico. Deberíamos abrir las Escrituras para ver más de Jesús. Algunas personas piensan que si ellos supieran
hebreo y griego, entenderían mejor la Biblia. Bueno,
los fariseos sabían hebreo y eso no les ayudó. Lo que nosotros necesitamos es que el Espíritu
Santo nos descubra las revelaciones y gemas ocultas sobre Jesús y Su obra
terminada.
Muy a menudo, cuando Jesús y Su gracia no son nuestro
enfoque, nos encontramos vagando en el desierto del legalismo; desanimados y
desilusionados con la vida como creyentes. Esto es algo por lo que Raymond, que vive en
Australia, pasó, después de convertirse en creyente cuando tenía doce años. Él fue criado creyendo que Dios lo golpearía
si él no guardaba la ley perfectamente. A
la edad de quince años, él dejó de ir a la iglesia y de leer la Biblia porque
sintió que era demasiado difícil. Pero a
lo largo de los años, él nunca dejó de creer que Jesús es el Hijo de Dios. A la edad de cincuenta y cuatro años, Raymond
cumplió la promesa que le hizo a su padre de regresar a la iglesia. Fue allí que Raymond conoció mi ministerio, y
esta fue su respuesta al recibir el mensaje de la gracia:
Cuando yo escuché sobre lo que Jesús había conseguido por mí en
la cruz, sentí que se me quitaba un peso de encima. Por primera vez en mi vida, me sentí tan cerca
de mi Salvador y todo lo que pude hacer fue llorar y decir: “¡Eres maravilloso,
Jesús!” una y otra vez. Yo sé que yo soy
la justicia de Dios en Cristo Jesús por medio de Su obra perfecta y terminada
en la cruz, y que así como Jesús es en el cielo, así soy yo en este mundo. Así que, cada vez que paso por una prueba, me
pregunto: “¿Está Jesús derrotado por esto en el cielo? No. Bueno,
yo tampoco yo lo estoy aquí en la tierra”.
He aprendido a llevar a Jesús a cada situación rápidamente para poder
descansar en Su gracia y Su amor inmerecidos. Debido a que Dios está conmigo, no importa
cómo se vean las cosas en lo natural, ya que Dios está por encima de todo. He aprendido a confiar en Jesús y a aprovechar
Su amor y sabiduría a diario. Él es fiel
y NUNCA me dejará ni me desamparará. Yo
realmente puedo decir que he experimentado la sobreabundancia de la gracia de
Dios.
Ahora yo sé que Dios nunca me había olvidado a pesar de que yo le
di la espalda a Él. ¡Dios respondió la
oración de mi papá y ahora su familia entera sirve al Señor! ¡Aleluya, alabado sea Jesús!
Amado, que tú disfrutes de la paz, el gozo y la victoria
en esta vida depende de que veas a Jesús, porque de Él proviene toda la
provisión y el sustento —Su gracia, Su amor, Su justicia y Su perdón. Sigue enfocándote en Su gracia y Su amor por
ti, y te prometo que tu vida se transformará más allá de tu imaginación más
salvaje.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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