Inspiración De Gracia
Prueben
y vean que el Señor es bueno; ¡que
alegría para los que se refugian en Él! Salmos 34:8, NTV
Amado, solo porque tú no conoces la
Biblia de principio a fin, no te dejes intimidar por los teólogos eruditos que
usan palabras teológicas muy altisonantes para tratar de descartar el evangelio
de la gracia gloriosa.
El evangelio es tan simple que incluso los pescadores como
Pedro podían comprenderlo y, sin embargo, también podía confundir a los
eruditos intelectuales como Nicodemo. (Juan 3:1–10) Los
eruditos Nicodemos de hoy pueden escuchar el evangelio de la gracia predicado y
concluir preguntándose: “¿Cómo puede ser esto posible?”
En contraste, la mujer junto al pozo en Juan 4, que se
encontró con Jesús y Su gracia, no pudo evitar proclamar: “¡Venid, ved a un hombre!” y apuntar a la gente al Salvador! Hoy en día, la revolución de la gracia está
dirigida por preciosas personas como la mujer en el pozo.
Hemos recibido tantos testimonios de cómo personas
imperfectas se han levantado para convertirse en evangelistas del evangelio de
la gracia. Ellos puede que no estén tan
calificados como los Nicodemos de este mundo, pero lo que sí tienen es una vida
transformada y restaurada después de un encuentro auténtico con nuestro Señor
Jesucristo.
Edwina es otro caso ilustrativo. Aunque nació de nuevo cuando tenía dieciséis
años, cada iglesia a la que asistió le enseñó que tenía que guardar las leyes
de Dios para agradarle. Creyendo que
Dios solo estaba esperando su próxima falta para condenarla, se volvió rebelde,
comenzó a tener relaciones sexuales prematrimoniales, tuvo un aborto y terminó
intentando suicidarse más de una vez. Ella
compartió:
Me casé y tuve hijos a una edad temprana. Cuando crecí, hice todo lo posible para
mantener mi vida en orden. Asistí a la
iglesia, me mantuve fiel a mi esposo y trabajé duro. Pero mi esposo era un mujeriego, fumador
empedernido, jugador, drogadicto y alcohólico. Para mantenerlo alejado de las drogas, lo
envié a trabajar a Singapur.
Cuando finalmente me reuní con él allí, él estaba muy endeudado,
aún era alcohólico y tenía algunas novias. Sentí que él solo quería que yo le ayudara a
pagar su deuda y que no valía la pena mantenerme fiel. Comencé una relación de chat en línea que me
condujo a una aventura. Me sentí querida
de nuevo, pero esto simplemente no se sentía bien.
Devastada, clamé a Dios. Entonces, recordé que mi pastor en las
Filipinas había mencionado la Iglesia Nueva Creación. Así que asistí a un servicio con mi esposo y
lloré durante toda la prédica.
El pastor Prince compartió sobre cómo Jesús amó
incondicionalmente a la mujer sorprendida en adulterio, dándole el regalo de no
condenación para empoderarla a dejar de pecar. Fue la primera vez que escuché sobre un Dios
que no me condenaba.
Seguí volviendo a la Iglesia Nueva Creación, con y sin mi
esposo. También escuché las prédicas del
pastor Prince en mi camino hacia y desde el trabajo. No solo mi aventura llegó a su fin, sino que
Jesús también convirtió el agua en vino en mi matrimonio.
Ahora yo amo a mi esposo aún más que antes y mi esposo también
me ama a mí. Él ha dejado de fumar,
apostar y beber. ¡Creemos que la
cancelación de su deuda también está en camino, en el nombre de Jesús!
Ahora estoy tan enamorada de Jesús y me siento cómoda en Su
presencia, ya sea que haya hecho el bien o no. Y estoy viendo una vida más correcta en mi
vida ahora. Soy más honesta y cariñosa. No me glorío en mí misma, sino me glorío en lo
que el Señor ha hecho en mí.
Gracias, Pastor Prince, por ser fiel en predicar la verdad. Y gracias, Señor Jesús, por amarme.
Amado, como sucedió con la mujer junto al pozo y con
Edwina, el Señor sabe todo acerca de ti —cada equivocación, cada pecado y cada
falta. Sin embargo, Él todavía te ama
con un amor eterno, un amor que es completamente incondicional, un amor que lo
clavó en la cruz.
La verdad es que tú eres, ahora mismo, la justicia de Dios
por medio de la sangre preciosa de Jesús. Tú puedes tener una relación verdadera e
íntima con EL SEÑOR, TU JUSTICIA.
El enemigo puede haber robado la intimidad y la cercanía
entre tú y el Señor, pero quiero que sepas que Dios está restaurando las
relaciones hoy. La revolución de la
gracia es una revolución de restauración —y la revolución de la gracia está
aquí.
Como nuestro Padre celestial ha prometido, Él está
estableciendo pastores en todo el mundo que están predicando al SEÑOR, JUSTICIA
NUESTRA. Y Su amado pueblo ya no tendrá temor,
ya no se desanimará, ni tendrá más escasez.
En este momento, oro para que al recibir las buenas nuevas
del evangelio de la gracia, tú seas liberado de todas las ataduras que te
agobian. En el nombre de nuestro Señor
Jesús, yo te veo sanado desde la coronilla de tu cabeza hasta la planta de tus
pies. Te veo liberado de esa adicción
secreta que te ha tenido cautivo durante años. Te veo con plenitud en todas tus relaciones. ¡Amén!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince