Medite En
Pero
El miraba a su alrededor para ver a la mujer que le había tocado. Entonces la mujer, temerosa y temblando,
dándose cuenta de lo que le había sucedido, vino y se postró delante de El y le
dijo toda la verdad. Y Jesús le dijo: “Hija, tu fe te ha sanado; vete en paz y
queda sana de tu aflicción.”
Marcos 5:32-34
En la sanidad
de la mujer con el flujo de sangre, se puede decir que la mujer se coló por
detrás de Jesús y le “robó” su sanidad! ¿Pero acaso Jesús se sintió ofendido? ¡No, en absoluto! De hecho, Él estaba tan complacido con la
audacia de la mujer, que sólo quería conocerla.
Jesús no la
buscó para reprenderla. No, Él la buscó para
poder afirmarla con Su amor y asegurarle que Él no estaba enojado con ella por
haber tomado una porción de la capacidad sanadora de Él. Es por eso que Él incluso la llamó “hija” y la
animó a caminar en su sanidad: “Vete en paz y queda sana de tu aflicción.”
Amado, ese
el corazón de su Salvador. Él da
libremente Su capacidad sanadora a todo el que quiera tomar de Él. Así que acérquese y tome de Él en este momento,
y de placer a Su corazón!
Bendiciones,
Joseph Prince
Joseph Prince
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