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miércoles, 21 de enero de 2015

Dios No Anda A La Cacería De Pecado

1ª Tesalonicenses 5:9
Porque no nos ha destinado Dios para ira, sino para obtener salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Cuando piensas en Sodoma y Gomorra, ¿qué es lo que viene a tu mente?  La ira y el fuego ardiente del juicio Dios?  La verdad es que Dios no estaba interesado en llevar juicio a las personas de Sodoma y Gomorra.  Él no andaba a la cacería de pecado.  De hecho, ¡Él andaba a la cacería de justicia!
Esto es evidente porque si Dios hubiera estado a la cacería de pecado, Él no hubiera permitido que nadie lo detuviera.  Pero nosotros sabemos que él permitió que Abraham interfiriera en lo que Él estaba a punto de hacer, e incluso le permitió suplicarle.
Abraham le preguntó a Dios si Él destruiría Sodoma si hallara a 50 personas justas allí.  La respuesta de Dios fue: “Si hallo en Sodoma cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo el lugar por consideración a ellos” (Génesis 18:26).  Luego le preguntó a Dios si Él destruiría la ciudad si allí hubiera solo 45… 40… 30… o 10 justos.  Y cada vez, la respuesta de Dios fue que Él perdonaría a ese lugar  por consideración a los justos.
Abraham se detuvo en 10.  Si él hubiera seguido bajando, hasta solo un hombre justo, yo creo que la respuesta de Dios hubiera sido la misma, porque Él andaba a la cacería de justicia.
Ahora, si Dios no estaba interesado en la destrucción entonces, ¿cuánto menos lo estará ahora que ya ha juzgado nuestros pecados en el cuerpo de Su Hijo?  ¡En la cruz, Jesús agotó todo el furor de los juicios de Dios hasta que no hubo más fuego de la ira de Dios que quedara para nosotros!
Hoy, Dios no nos está juzgando por nuestros pecados porque Él ha hallado la justicia de un Hombre —Cristo Jesús.  Así que, no permitas que nadie te diga que Dios te juzga por tus pecados y te castiga con cáncer, accidentes automovilísticos, fracasos empresariales, ni bancarrotas.  Dios sería injusto si Él castigara el mismo pecado dos veces —en el cuerpo de Jesús y luego en el tuyo.
Amado, hoy Dios no está interesado en juzgarte, sino en bendecirte, no porque tú lo merezcas sino porque, ¡Jesús fue juzgado y castigado en tu lugar!

Pensamiento del Día


Dios sería injusto si Él castigara el mismo pecado dos veces —en el cuerpo de Jesús y luego en el tuyo.


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