Isaías 53:5
… El castigo, por nuestra paz, cayó sobre Él,
y por Sus heridas hemos sido sanados.
Sabías que una de las mayores críticas en contra de la
película de Mel Gibson, La Pasión del
Cristo, fue que esta era demasiado violenta, especialmente la parte en la
que Jesús fue azotado.
Déjame decirte esto: ¡No fue lo suficientemente violenta! La Biblia dice que en la cruz, el rostro de
Jesús fue desfigurado más que el de cualquier otro hombre (Isaías 52:14). En la película, aún después de todos los
golpes, el actor James Caviezel, que interpretó a Jesús, aún se veía bastante
atractivo.
Pero la realidad es que cuando Jesús colgaba de la cruz,
Él no tenía “aspecto hermoso… ni apariencia
para que le deseemos” (Isaías 53:2). Él
fue molido a golpes hasta que Su rostro se veía como gelatina colgando por
fuera.
En la película, cuando ellos lo azotaban, solo una pequeña
parte de Sus huesos fue expuesta, así que todavía se mantuvo bastante intacto. Pero los salmos mesiánicos dicen: “Sobre mis espaldas araron los aradores; alargaron sus surcos” (Salmo 129:3), y “Puedo
contar todos Mis
huesos. Ellos Me miran, Me observan” (Salmo 22:17).
¡Todos Sus huesos fueron expuestos!
Mi amigo, Él estaba pensando en ti cuando los soldados lo
ataban al poste de flagelación. Mientras
ellos levantaban sus látigos, Él dijo: “¡Que todo caiga sobre Mi!”
Pero lo que cayó sobre Él no eran solo los látigos que
rasgaban la carne de Su espalda desnuda, sino tus enfermedades y tus dolores. Cada vez que Él fue azotado, toda forma de enfermedad
y dolor, incluyendo artritis, cáncer, diabetes, gripe y dengue, cayeron sobre Él. “El castigo, por nuestra paz, cayó sobre
Él, y por sus heridas hemos sido sanados.”
Hoy, la sanidad es tu derecho porque Jesús ha pagado el
precio por tu sanidad. Así que, si el
diablo te dice: “Tú no puedes ser sanado,” solo declara: “¡Jesús ha pagado por
mi sanidad. La enfermedad no tiene ningún
derecho de estar en mi cuerpo. Yo soy
sano en el nombre de Jesús!”
Toda maldición de enfermedad que debía caer sobre ti, cayó
sobre Jesús en tu lugar. Él llevó cada
uno de esos azotes, para que tú puedas caminar en salud divina todos los días
de tu vida. ¡El precio ha sido pagado
para que tú puedas levantarte y salir de la cama de tu aflicción!
Pensamiento
Del Día
La sanidad es tu derecho porque Jesús ha pagado el precio
por tu sanidad.
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