Pues El dará órdenes a Sus ángeles acerca de ti, para
que te guarden en todos tus caminos. En
sus manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra. Diré yo al Señor: “Refugio mío y
fortaleza mía, mi Dios, en quien confío.”
Salmos
91:11-12
Estás
a punto de dar un paso en la carretera cuando algo te tira hacia atrás justo a tiempo para evitar ser atropellado por un automóvil que viene a toda
velocidad. Te quedas en shock. Cuando vuelves a tus sentidos, te preguntas: “¿Podría
ser que un ángel me libró de un accidente mortal?”
Yo
creo que los ángeles caminan con
nosotros. El versículo nos dice que Dios ha ordenado a Sus ángeles acerca de
nosotros, para que nos guarden en todos nuestros caminos. Y nos
llevarán en sus manos, de modo que ni siquiera una piedra nos pueda hacer
tropezar.
Pero
puede que no sepamos esto cuando nos
encontramos con un ángel.
(Hebreos 13:2) Este fue probablemente el
caso de una pareja de nuestra iglesia que fue a pasar sus vacaciones a un resort de playa en la Isla de
Penang, cuando un tsunami golpeó a eso de las 12:30 PM, el 26 de diciembre de 2004.
Era un
poco más de las 11 AM cuando la esposa de repente tuvo un antojo de comida que
solo se conseguía en la zona continental. La pareja decidió salir antes del hotel, para
poder llegar a la zona continental a tiempo para el almuerzo. Mientras cargaban el equipaje en su automóvil a
la entrada del hotel, un hombre les hacía señas impacientemente, para que se
dieran prisa y se fueran.
Molestos
por su impaciencia, cargaron sus cosas rápidamente y se marcharon. En el momento en que entraron a la zona
continental, se enteraron que un tsunami había golpeado la isla de Penang, en
la misma playa en donde ellos habían estado hacía poco tiempo. Mientras agradecían a Dios por su milagroso escape, ¡cayeron en cuenta de
que el hombre impaciente podría haber
sido un ángel enviado por Dios para apresurarlos a retirarse!
Dios nos dice que
tenemos la compañía de miríadas de ángeles. (Hebreos 12:22) Y Él les
ha ordenado hacerse cargo de nosotros para protegernos de accidentes, desastres
naturales, atentados terroristas y otros peligros. Así que, no
temas por estas cosas y termines encerrado en tu casa. ¡Ve
a esas vacaciones! ¡Ve
a esa cita de almuerzo! Cree que Dios te ama, y agradécele a Él por
Sus ángeles que caminan contigo y velan por ti.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph
Prince
Pensamiento del Día
¡No temas a lo que el
mundo teme, porque Dios te ama, y Sus ángeles caminan contigo y cuidan de ti!
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