Es mejor refugiarse en el Señor que confiar en
el hombre.
Salmos
118:8
Mucha gente piensa que la forma de estar saludable es vigilando lo que comen. Por ejemplo, muchas personas dicen que la dieta
Mediterránea es muy saludable. Estoy de
acuerdo, de manera general. Pero ¿sabías
que las personas a las que Jesús sanó también llevaban una dieta Mediterránea? Ellos no comían carne de cerdo, ni camarones,
por ejemplo, porque eran judíos y estas cosas no son kosher para ellos.
Sé que
quieres caminar en salud divina. Pero Dios no
quiere que tu enfoque esté en la
comida —qué comer, qué no comer— ni en hacer ejercicio —cómo ejercitarte, cuándo
ejercitarte. Estos son medios naturales
en los que la gente del mundo confía. Es
mejor confiar en el Señor y en Su obra
terminada, que poner nuestra confianza en los últimos planes de
alimentación y regímenes de ejercicio hechos por los hombres.
En la cruz, Jesús tomó tus
enfermedades y llevó tus dolores, y por Sus heridas fuiste sanado (Isaías 53:4-5). La Biblia incluso nos dice cómo escapar de la
enfermedad y la muerte prematura —al
discernir el cuerpo del Señor cuando participamos de la Cena del Señor (1a
Corintios 11:29-30). Pero en vez de centrarnos
en estas verdades, muchos de nosotros preferimos centrarnos en la dieta y el
ejercicio.
Ahora,
yo no estoy en contra de alimentarse bien o hacer ejercicio. Yo mismo me ejercito y cuido lo que como. Por ejemplo, no me gusta comer alimentos
grasosos porque me hacen sentir incómodo. Y cuando tengo que predicar, hago lo que puedo
para no comer alimentos que me hacen eructar.
Pero
yo como generalmente cosas saludables no porque confíe en la dieta para estar sano.
Yo no me ejercito porque confíe en el
ejercicio para estar sano. No, yo confío en la obra terminada de Cristo
para estar sano. Yo como bien,
porque me gusta sentirme bien y hago ejercicio porque disfruto el ímpetu, el
sudor.
Dios
quiere que tú seas libre cuando se
trata de comer y hacer ejercicio. No hagas leyes para comer y hacer
ejercicio, y luego confíes en estas leyes para que te den salud “divina”. Confía
en la obra terminada de Cristo. Discierne
Su cuerpo cuando participas de la Comunión de la Santa Cena. ¡Y simplemente disfruta de tu comida y tu jornada
de ejercicios!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph
Prince
Pensamiento
Del Día
Es mejor confiar en el Señor y en Su obra
terminada, que poner nuestra confianza en los últimos planes de alimentación y regímenes
de ejercicio hechos por los hombres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario