Luego se levantó para espigar. Y Booz
mandó a sus criados, diciendo: “Que recoja también espigas entre las gavillas,
y no la avergoncéis; y dejaréis también caer para ella algo de los manojos, y
lo dejaréis para que lo recoja, y no la reprendáis.
Rut
2:15-16
Me encanta la historia de amor de Rut, una pobre
viuda moabita del Antiguo Testamento, que terminó conociendo y casándose con
Booz, uno de los hombres más ricos de Belén.
Es una hermosa historia de amor
que revela mucho acerca de nuestro
amoroso Señor Jesús.
En esta parte de la historia, Booz, que era el
dueño del campo en el que Rut espigaba, dejó una instrucción para sus hombres mientras
Rut se preparaba para su día de trabajo.
Cuando Rut salió a espigar, ella vio mucho grano en los campos y simplemente
lo recogió todo –esta era la provisión que tanto necesitaba para ella y su
suegra. Lo que Rut no sabía era que Booz de hecho había ordenado a sus hombres “dejaréis también caer para ella algo de los
manojos,” porque ella había hallado gracia ante sus ojos.
¿No es genial cuando Jesús, nuestro Booz celestial, deliberadamente
ordena las bendiciones para nosotros, y le dice a Sus ángeles que las dejen
caer a lo largo de nuestro camino?
Todo lo que nosotros tenemos que hacer es salir a los campos y “recogerlas.”
Amado, debido a que tú has hallado gracia ante Sus ojos, ¡el Señor deliberadamente está dejando caer Sus bendiciones a lo largo
de tu camino todos los días! Como
Rut, todo lo que tú tienes que hacer es caminar
hacia tu campo de provisión. Con ojos
de fe, mira puertas de oportunidades abrirse
delante de ti. Ten el valor de
aplicar a ese trabajo con el que siempre has soñado. Prepárate y capacítate, y ve hacia adelante y
recoge todas esas bendiciones que el Señor ha colocado delante de ti. ¡Tu futuro
es brillante!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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