Cuando llegaron a Mara no
pudieron beber las aguas de Mara porque eran amargas… Y murmuró el pueblo
contra Moisés, diciendo: “¿Qué beberemos?” Entonces él clamó al Señor, y
el Señor le mostró un árbol; y él lo echó en las aguas, y las
aguas se volvieron dulces...
Éxodo
15:23-25
Me encanta la historia de cómo Dios volvió el agua
amarga envenenada en agua dulce refrescante para su pueblo, cuando ellos
llegaron al lugar llamado Mara (que en hebreo significa “amargura”).
Cuando los israelitas no pudieron tomar el agua,
Moisés clamó al Señor. El Señor le mostró un árbol, el cual Moisés
echó en el agua. Cuando él hizo eso, la
Biblia dice que “las aguas se volvieron
dulces.”
Me encanta cómo la solución de Dios entonces,
es aún la solución de Dios ahora:
Echa el árbol allí –una figura representativa de Jesús en la cruz– para volver
las aguas amargas en aguas dulces.
Hoy, si estás enfrentando una situación que es como
“agua amarga” en tu cuerpo o en tu vida, quiero animarte a involucrar a Jesús y ver lo que Él hizo por ti en la cruz. El alivio y la sanidad no vienen por habitar
en tu dolor. Echa el árbol en ella –medita en como la cruz de Jesús te ha
salvado y redimido– ¡y deja que el Señor cambie tus aguas amargas en aguas
dulces!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph
Prince
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