¿Quién nos separará del amor de
Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o
peligro, o espada?... Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por
medio de Aquel que nos amó.
Romanos 8:35, 37
Jesús dijo: “Las
zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no
tiene dónde recostar Su cabeza.” (Mateo 8:20) Encuentro esta afirmación tan hermosa. Déjame decirte por qué.
En el texto original griego, la palabra “recostar”
es una palabra muy singular, klino. El único otro lugar en el que se utiliza en
términos de Jesús recostando Su cabeza es en
la cruz. Cuando Jesús estaba en la
cruz y exclamó: “¡Consumado es!” La Biblia dice: “Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.” (Juan
19:30) La palabra “inclinado” aquí es la
misma palabra griega, klino.
Amado, fue sólo
en la cruz que el Hijo del Hombre finalmente encontró un lugar para
recostar Su cabeza. Jesús encontró Su reposo en redimirnos, en amarnos. Nosotros, a su vez, encontramos reposo alimentándonos de Su amor sacrificial por nosotros. Cualquiera que sea el problema o necesidad que
estás enfrentando este día, Él te ha
hecho más que vencedor por medio de Su amor, ¡así que, medita hoy en Su
amor por ti!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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