Porque todas las promesas de Dios son
en Él sí, y en Él amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.
1
Corintios 1:20
Amado, a
causa de la perfecta obra terminada de Jesús en la cruz, ¡todas las promesas de
Dios de provisión, protección y buen éxito son sí y amén! Medita en esta verdad inalterable. Di estas palabras en voz alta:
Yo declaro que soy especial a los ojos de Jesús, y
Él me ama incondicionalmente. Yo tengo
un destino maravilloso. Jesús me ha
equipado con dones, talentos y habilidades.
Hoy, yo recibo la abundancia de la gracia y el regalo de la justicia
para reinar en la vida. Yo doy gracias
porque Su favor me rodea como un escudo y abre puertas de oportunidades para
mí. Gracias a Jesús, yo seré cabeza y no
cola, estaré por encima y no por debajo, seré acreedor y no deudor. Yo no voy a sufrir escasez sino estaré
rodeado de Su abundancia, Su sabiduría, Su paz y Su protección.
Gracias, Jesús, por Tu obra terminada en la cruz
por mí. ¡Yo recibo una revelación fresca
de Tu amor ahora mismo y Te agradezco porque todo lo que toque mi mano será
bendecido! ¡Yo creo con todo mi corazón
que soy grandemente bendecido, altamente favorecido y profundamente amado! ¡Amén!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph
Prince
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