… El
castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por Sus llagas fuimos nosotros curados.
Isaías
53:5
Te
animo a meditar y visualizar la obra redentora de Cristo cada día.
De hecho, es especialmente cuando te encuentras enfermo, que necesitas
enfocarte en el hecho de que Jesús fue
azotado por tu sanidad. Cuando estés
experimentando síntomas físicos de molestia o dolor en tu cuerpo, mira a Jesús tomando todos los azotes en Su espalda, para tu sanidad. Mira
Su espalda lacerada y destrozada como pago por tu plenitud, y cada una de Sus
llagas será sanación para ti.
Amado, en vez de meditar en los
síntomas y lo grave de tu enfermedad, medita
sobre lo que el Hijo de Dios ha hecho por ti. Di: “Gracias, Jesús. Por Tus llagas, yo estoy sano.” Todo en el cielo respalda la obra del Hijo
de Dios. Y el Espíritu Santo, que es
el Espíritu de verdad dentro de ti, será testigo de la verdad de la Palabra de
Dios al dar vida a tu cuerpo.
¡Aleluya!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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