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domingo, 13 de mayo de 2018

Todo Lo Que Sale De Ti Es Bendito


Bendito el fruto de tu vientre...
Deuteronomio 28:4
La Biblia registra que la saliva de Jesús sanó a un hombre ciego (Marcos 8:23-25), que la sombra de Pedro sanó a los enfermos (Hechos 5:15), y que los pañuelos y delantales del cuerpo de Pablo echaron fuera enfermedades y malos espíritus. (Hechos 19:11-12)  Esto nos dice que lo que sale de nuestro cuerpo, puede ser tan bendecido que lleva bendiciones y milagros a otros.
De hecho, Dios dijo, “Bendito el fruto de tu vientre…”  Y no se refería solamente a tus hijos, o si no hubiera dicho simplemente: “Benditos serán tus hijos.”  No, Dios quería decir que todo lo que procede de tu cuerpo será bendito.  Todo lo que es de y desde tu cuerpo, ¡será de primera calidad!
Esto incluye tu salud.  Así que, aún si tu doctor te ha dicho que tienes una condición médica particular en tu cuerpo, solo cree que Dios llama a tu salud –el fruto de tu cuerpo– bendita.  ¡Y espera caminar continuamente en salud divina!
Dios llama a tu capacidad mental el fruto de tu cuerpo bendito también.  Tú vas a impresionar a tus maestros y compañeros de clase, con tu destreza mental, o a tus jefes y colegas del trabajo, con tus ideas innovadoras y soluciones.  ¡Tus facultades mentales tendrán excelente calidad!
Si tú estás casado, vas a disfrutar un matrimonio verdaderamente bendecido, y vas a tener una vida sexual satisfactoria con tu cónyuge.  La canción secular que se lamenta diciendo: “No puedo tener satisfacción…”   nunca va a ser real para ti porque Dios llama a tu relación marital (la parte emocional y física de la misma) el fruto de tu cuerpo bendita.
Si tú eres un padre, Dios llama a tus hijos el fruto de tu cuerpo benditos.  Esto significa que ellos son especiales, y tienen características excepcionales.  Así que, el hijo del que tú estás haciéndote cargo no es solo un niño.  Tú estás sosteniendo a un campeón en tus manos.  Él va a crecer para ser un general en el reino de Dios.
Amado, debido a que Jesús pagó el precio —Su cuerpo fue golpeado, azotado y traspasado por ti, todas estas bendiciones son tuyas.  ¡Bendito sea el fruto de tu cuerpo!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

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