Medite En
Da, pues, a tu siervo
un corazón con entendimiento para juzgar a tu pueblo y para discernir entre el
bien y el mal. Pues ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan grande?
1a Reyes 3:9
Cuando Salomón se convirtió en rey, no era más que un joven de unos 18 años de edad. Tenía un lugar muy grande que llenar como sucesor de David al trono. Así que cuando el Señor se le apareció en un sueño y le preguntó lo que quería, él le pidió al Señor sabiduría para guiar al pueblo. Esta petición le agradó al Señor.
Creo
que la misma solicitud que agradó al Señor en ese entonces, todavía le agrada hoy. Él
se agrada cuando le pedimos sabiduría. Pedirle sabiduría a Jesús es colocarnos
a nosotros mismos en una actitud de confianza y dependencia de Su favor
inmerecido.
Aunque
Salomón solo pidió sabiduría, el Señor le agregó “riquezas, bienes y gloria” (2a
Crónicas 1:12). Muchas personas están persiguiendo riquezas, bienes y gloria, sin darse cuenta de que estas vienen a través de
la sabiduría de Jesús. Incluso si alguien fuera entrar en riqueza de forma
inmediata, sin la sabiduría de Jesús para su administración, el dinero sería
despilfarrado. Pero con la sabiduría de Jesús, usted no solo será bendito,
también será capaz de manejar las bendiciones en su vida. Jesús le hace
prudente para el buen éxito que produce fruto duradero y permanente de
generación en generación!
Bendiciones,
Joseph Prince
Joseph Prince
2ª Crónicas 1:12 “Sabiduría y conocimiento
te han sido concedidos. Y te daré riquezas y bienes y gloria, tales como no las
tuvieron ninguno de los reyes que fueron antes de ti, ni los que vendrán
después de ti”.
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