El ladrón sólo viene para robar y matar y destruir; Yo
he venido para que tengan vida, y para
que la tengan en abundancia.
Juan 10:10
Aunque Jesús es plenamente Dios, Él nació
completamente humano. Pasó por tentación tras tentación y conquistó cada una de ellas. (Hebreos
4:15) Y todo ese poder vencedor se halla en Su vida. Y Él
puso esa vida en ti —¡la vida de Cristo está en ti!
Durante el ministerio de
Jesús en la tierra, Él conquistó la
enfermedad, los vientos y las olas, los poderes de las tinieblas y de la
muerte. Es Su vida la que trae la victoria sobre el diablo y todas sus
obras. Y Él puso esa vida en ti —¡la vida de Cristo está en ti!
Finalmente, Jesús fue a la cruz. Y la
vida en Él puso fin a todo lo que era natural conforme a la raza de Adán
—enfermedad, pobreza, fracasos, dolores, maldiciones y muerte. Todo
lo que era natural dejo de ser para entrar en esa vida Suya. Y todo lo que es sobrenatural permanece en
Él. Y Él puso esa vida en ti —¡la vida
de Cristo está en ti!
Luego, Jesús se levantó de entre los muertos. Y a esa vida Suya, se añadió el poder de la resurrección. Y Él
puso esa vida en ti —¡la vida de Cristo está en ti!
Después de Su
resurrección, Jesús regresó al cielo a
Su Padre. Hoy, Él está sentado a la diestra de Dios, descansando en Su obra terminada,
ocupando el lugar de la autoridad más alta.
Y Él puso esa vida en ti —¡la
vida de Cristo está en ti!
Y debido a que Jesús regresó al Padre, el Espíritu Santo vino a morar en
ti (Juan 16: 7), para que tú vivas la vida con Su unción en ti y camines
en Su poder vencedor.
Todo lo que Jesús es, Dios quiere que tú lo
seas. Todo lo que Él tiene, Dios quiere
que tú lo tengas. Todas las cosas emocionantes que tú lees en
la Biblia acerca de Jesús, todos Sus tesoros ocultos en el Antiguo Testamento y
las inescrutables riquezas en Él, que se encuentran en el Nuevo Testamento,
toda esa Su vida, no está por ahí en alguna parte. ¡Dios
la ha depositado toda en ti, para que tú puedas vivir la vida abundante que
Jesús vino a darte!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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