Tú has coronado el año con Tus bienes,
y Tus huellas destilan grosura.
Salmos 65:11
Los
expertos en economía pueden haber pintado un panorama sombrío para este año,
pero en lo que se refiere a Dios, ¡Él ha
coronado el año con Su bondad y abundancia!
El abastecimiento y la provisión de Dios no se ven afectados por los
acontecimientos mundiales, así que en buenos tiempos o malos tiempos, espera
cada mes, cada semana y cada día de este año, estar rodeado por Su bondad.
¡Espera que Su abundancia
satisfaga todas tus necesidades!
“Pero
Pastor Prince, yo no he hecho mucho bien en el último año, así que ¿cómo puedo
estar seguro de que Dios proveerá para mí este año?”
Mi
amigo, Dios no te bendice por lo que has hecho.
Él te bendice por lo que Jesús ha
hecho. En la cruz, Jesús cargó con todos
tus pecados y fue castigado al máximo por cada uno de ellos, de modo que tú
puedas tener Su justicia como regalo y ser bendecido con todas las bendiciones
de Dios. (Efesios 1:3)
Ahora,
mira la palabra “abundancia” en el
Salmo 65:11. Es la palabra hebrea deshen, que significa “grosura”. La idea aquí es provisión, bendiciones e incluso fertilidad abundantes (así que si
tú has estado creyéndole a Dios por un hijo desde hace muchos años, ¡cree que
este es el año en el que concebirás!). Ahora,
la palabra deshen tiene otro
significado —“cenizas”. Ceniza es la forma final de algo que se ha
quemado. Por ejemplo, los sacrificios de
animales para Dios en el Antiguo Testamento, fueron quemados en el altar hasta
que se convirtieron en cenizas. (Levítico 4:12)
Así que, cenizas, aquí, habla de la
obra terminada de Jesús en la cruz, la cual te apartó de tus pecados.
Mi
amigo, debido a la obra terminada de
Jesús tú puedes creer y declarar confiadamente que el año esta coronado con
bondad y que los caminos de Dios destilan Su provisión, bendiciones y buen
éxito para ti, en cada paso del camino.
Si el diablo te dice que Dios no te va a bendecir a causa de tus
pecados, solo dile: “¡Cenizas!” ¡y señálale a la cruz de Jesús!
Amado,
tú eres bendecido no por tus buenas obras, tu buena apariencia, tus
aprobaciones, ni tu experiencia en la industria, sino por la obra terminada de Jesús. ¡Sólo Él te ha calificado para que recibas la bondad y la
abundancia de Dios todos los días por el resto de tu vida!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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