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jueves, 9 de mayo de 2019

Pon Tu Foco De Atención En La Obra Terminada De Jesús

Medita En
Y en un tiempo yo vivía sin la ley, pero al venir el mandamiento, el pecado revivió, y yo morí; y este mandamiento, que era para vida, a mí me resultó para muerte.  (Romanos 7:9–10)
En 1942, C. S. Lewis escribió un libro brillante titulado Cartas Del Diablo A Su Sobrino, este cuenta la historia de un demonio mayor que enseña a un demonio menor cómo explotar las debilidades y flaquezas del hombre.  En este mismo sentido, yo imagino que Romanos 7:9 es probablemente el versículo más estudiado y memorizado en el infierno.  A todos los demonios menores se les ha de enseñar este versículo y la enseñanza se llamaría: “Cómo lograr el avivamiento del pecado”.  De acuerdo con Pablo, cuando introduzcas la ley, ¡habrá un AVIVAMIENTO DEL PECADO!  Y eso no es todo.  ¡Además de revivir el pecado la ley también traerá muerte! ¿No es sorprendente, entonces, que haya ministros bien intencionados que predican con firmeza sobre los Diez Mandamientos, pensando que imponer la ley provocará que el pecado sea eliminado?
Según Romanos 3:20, “por medio de la ley viene el conocimiento del pecado”.  En otras palabras, sin la ley, no habría conocimiento del pecado.  Por ejemplo, tú puedes conducir a la velocidad que gustes en una carretera que no tiene un límite de velocidad y nadie puede acusarte de exceso de velocidad.  Pero una vez que las autoridades ponen un límite de velocidad en esta carretera, entonces tú tienes el conocimiento de que si conduces más allá de digamos, 70 millas por hora en esta carretera, estarías violando la ley.
De la misma manera, Pablo dijo: “… yo no hubiera sabido lo que es la codicia, si la ley no hubiera dicho: ‘No codiciarás’”. (Romanos 7:7)  Es por eso que el enemigo siempre echa acusaciones sobre ti, usando la voz de un legalista.  Él usa la ley y los mandamientos para mostrar tus fallas, para centrar la atención en cómo es que tu comportamiento te ha descalificado de la comunión con Dios, ¡y para señalar constantemente que tú no eres merecedor de Su aceptación, Su amor y Sus bendiciones!  El enemigo usa la ley para apilar condenación sobre ti y darte sentimientos de culpa y distanciamiento de Dios.  Él sabe que mientras más condenación y culpabilidad experimentes, más probabilidades tendrá de que te sientas alejado de Dios y continúes en ese pecado.  La única manera de salir de este círculo vicioso de derrota es poner el foco de atención en la obra terminada de Jesús, quien por Su muerte en la cruz tomó tu condenación y te calificó para recibir la aceptación, el amor y las bendiciones de Dios para siempre.
Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

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