Medita En
“No temas, porque Yo estoy contigo; no te desalientes, porque Yo
Soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la
diestra de Mi justicia”. (Isaías 41:10)
Cuando el Salmo 91
dice que no debemos tener temor de “la
pestilencia que anda en tinieblas”, se refiere a todo brote epidémico, todo
virus y toda enfermedad mortal. Cuando
menciona “la destrucción que hace
estragos en medio del día”, cubre todos los accidentes y destrucción
exterior. Cuando habla de “la flecha que vuela de día”, cubre todos
los proyectiles, incluso los misiles modernos que pueden derribar aviones.
¿Sabes lo que
significa que algo “ande en tinieblas?
Los médicos pueden decirte que no saben
qué enfermedad se está desarrollando en tu cuerpo. Pero, como hijo de Dios, tú puedes reclamar Su promesa de inmediato y
decir: “Yo no temeré a la enfermedad que anda en tinieblas”. Hazte los controles médicos necesarios y
consulta a los profesionales médicos, pero hazlo sin temor. Hazlo con tu Jehová
Shalom. Cuando tú tomas a Dios
como tu Jehová Shalom, esto es lo que
Él te dice: “No temas, no morirás”.
Hace algunos años,
hubo un brote del Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS) en mi país,
Singapur. Una joven se infectó mientras
estaba en el extranjero y desencadenó una serie de transmisiones después de
regresar a Singapur. El mortal virus del
SARS infectó a otras 238 personas. Lamentablemente,
33 de ellos murieron. Fuera de Singapur,
más de 20 países informaron infecciones por el virus. Fue una epidemia global.
Una pesada nube de
temor cubrió a toda la nación durante este tiempo. Todos los días, los medios de comunicación
informaban sobre nuevas infecciones y muertes. Parecía que la propagación del virus era
imparable. Más específicamente, un
informe indicó: “El impacto más inmediato de la nueva enfermedad fue el temor. La gente se quedó más en casa y evitó los
lugares públicos o concurridos, como piscinas y centros comerciales. Muchos también reprimieron su pasión por
viajar y dejaron de lado sus planes de viaje”. Pero como iglesia local, nosotros continuamos realizando
nuestros servicios, los cuales atrajeron una asistencia regular de más de 8,000
personas en ese momento.
Durante ese período, yo
prediqué firmemente sobre la Oración de Protección que encontramos en el Salmo
91, y la iglesia incluso entregó pequeñas tarjetas con el Salmo 91 impreso en
ellas, para alentar a nuestra congregación a hacer esta oración todos los días. Yo prediqué por fe acerca de Jehová Shalom y declaré que como
iglesia, la palabra del Señor para nosotros en medio de la epidemia del SARS
fue lo que Él le dijo a Gedeón: “No temas, no morirás”. (Jue. 6:23) Por la maravillosa gracia de Dios, ni una sola
persona que asistía a nuestra iglesia regularmente murió a causa de este virus mortal.
¡Aleluya!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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