Inspiración De Gracia
Entonces
el Señor dijo a Noé: “Entra en el
arca tú y todos los de tu casa; porque he visto que solo tú eres justo delante
de Mí en esta generación”. Génesis 7:1
¿Recuerdas cómo Noé estaba a salvo en
el arca cuando llegaron las aguas del diluvio? Si bien Noé no era perfecto, Dios lo vio como
justo debido a su fe en Dios. (Hebreos 11:7)
Cuando el diluvio llegó, todos los que estaban fuera del
arca murieron, pero Noé y su familia estaban protegidos y a salvo. ¿Por qué? Porque ellos estaban en el arca, la cual es un
tipo de Cristo, quien es nuestra salvación. (Hechos 4:12)
El arca no tenía ventanas a los lados, solo cerca del
techo. La verdad aquí es que Dios no
quiere que tú te enfoques en toda la oscuridad, el terror y la maldad que hay a
tu alrededor y en el mundo. Él quiere
que tú mires hacia arriba y sepas que Su Hijo regresará por ti.
Quiero que veas algo más: yo creo que hubo momentos en los
que Noé debió haber perdido el equilibrio y cayó mientras las aguas de la
tormenta chocaban contra el arca. Pero
Noé cayó en el arca; él nunca cayó fuera del arca.
Es de manera similar para el creyente de hoy, cuando el
diablo te tienta y tú caes, tú no caes fuera de tu posición en Cristo; tú aún
estás en Cristo. En el libro de Proverbios, dice: “Porque el
justo cae siete veces; y vuelve a levantarse”. (Prov. 24:16)
Verás, un creyente no entra y sale de su justificación. Nuestra justificación hoy es un regalo de
nuestro Señor Jesucristo. (Rom. 5:17) Esto significa que incluso aunque nosotros podamos
fallar de vez en cuando porque somos seres humanos imperfectos, nosotros aún
estamos en Cristo, nuestra arca, y no perdemos Sus bendiciones de protección.
Ahora, en caso de que te estés preguntando, ¿no hace esto
que alguien quiera vivir imprudentemente? ¡Ciertamente no! Yo creo que saber que tú eres justo en Cristo
te hace vivir responsablemente y en honor al Señor. (Rom. 6:10-14)
La revelación de nuestra justificación en Cristo produce en
nosotros una vida justa. (Tito 2:11-12)
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
No hay comentarios:
Publicar un comentario