Inspiración De Gracia
Mas
por obra Suya estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual se hizo para nosotros
sabiduría de Dios, y justificación, y santificación, y redención. 1 Corintios 1:30
Amado, cuando tú dependes de la
sabiduría de Dios para tener éxito, vas a ver que todo lo que haces prospera. Simplemente observa cómo nuestro Señor Jesús
siempre fluyó en sabiduría divina en Su ministerio terrenal.
Por ejemplo, mira lo que sucedió cuando los fariseos
llevaron a Él, a la mujer sorprendida en adulterio. Los fariseos se acercaron a Él y citaron la
ley, diciendo: “Maestro, esta mujer ha
sido sorprendida en el acto mismo del adulterio. Y en la ley, Moisés nos ordenó apedrear a
esta clase de mujeres; ¿tú, pues, qué dices? (Juan 8:4-5)
Ellos pensaron que habían logrado atrapar a Jesús porque
si Él les decía que la apedrearan, entonces ellos lo acusarían de no demostrar
el perdón y la gracia sobre los que había estado predicando. Y si Él les decía que no debían apedrearla, entonces
los fariseos lo acusarían de quebrantar la ley de Moisés y tendrían algo de que
inculparle.
Los fariseos probablemente se estaban regodeando con la
astuta trampa que habían ideado. Fue por
eso que ellos enfrentaron a Jesús en el área pública alrededor del templo. Ellos querían avergonzarlo frente a las
multitudes que habían venido a escucharlo enseñar.
Ahora, observa la sabiduría de Jesús en funcionamiento. Él simplemente les dijo: “El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en tirarle una
piedra”. (Juan 8:7)
¡Qué majestad! Ellos vinieron a Jesús con la ley de Moisés y
Jesús les dio el estándar perfecto del cumplimiento de la ley. Sin inmutarse, Él simplemente los desafió a
que la persona que era perfecta ante la ley arrojara la primera piedra.
Los fariseos que habían venido a atrapar a Jesús
comenzaron a alejarse uno por uno, silenciados completamente. ¡Este mismo Jesús, con toda Su sabiduría, es
hoy nuestro Cristo ascendido, que está sentado a la diestra del Padre y de quien
la Biblia dice que “se hizo para nosotros
sabiduría”!
De este y otros relatos de Jesús en los Evangelios, podemos
ver cómo en todo lo que Él hace, nuestro Salvador es completamente encantador. Él nunca llega temprano y nunca llega tarde. Él siempre está en el lugar correcto, en el
momento correcto. Él está siempre en
perfecta paz y no hay ningún sentido de prisa en Él.
Cuando llegó el momento de ser tierno, Él fue
infinitamente gentil, misericordioso y perdonador —lo vemos en Su respuesta a
la mujer sorprendida en adulterio. (Juan 8:10-11) Cuando llegó el momento de volcar las mesas de
los cambistas, Él lo hizo con pasión. Él
nunca se sintió agotado por los intentos de los fariseos de hacerle tropezar y
siempre estaba fluyendo con sabiduría divina.
Él es acero y terciopelo, mansedumbre y majestad, virilidad
perfecta y deidad. ¡Este es Jesús y tú
estás en Él!
Comienza a verte a ti mismo en Cristo, quien siempre está
fluyendo con sabiduría divina, siempre en control de la situación, y la misma
sabiduría que fluye en Él fluirá en ti y a través de ti.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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