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jueves, 8 de julio de 2021

No Le Eches Más Leña Al Fuego

 Inspiración De Gracia


¿Qué diremos, entonces? ¿Continuaremos en pecado para que la gracia abunde? ¡De ningún modo! Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?  Romanos 6:1-2

Sabiendo que el arrepentimiento es regresar a la gracia de Dios, ¿cómo puede la gracia ser una licencia o una excusa para pecar, como algunos afirman?  La gracia es el poder de Dios para vencer todo pecado.  Pero si alguien que está viviendo en pecado afirma que está bajo la gracia, déjame ser el primero en decirte que esta persona no está viviendo bajo la gracia.

La autoridad de la Palabra de Dios proclama que “el pecado no tendrá dominio sobre vosotros, pues no estáis bajo la ley sino bajo la gracia”. (Rom. 6:14)  ¡Nadie puede usar la gracia de Dios para justificar su pecado!  Hacerlo, sería contrario a la Palabra de Dios y al evangelio de la gracia.  La verdadera gracia engulle los poderes destructivos del pecado.

Algunas personas han estado usando la palabra gracia libremente.  Se llaman a sí mismos predicadores de gracia, ministerios de la gracia o iglesias de la gracia.  Pero te animo a que seas perspicaz y a que examines todo lo que escuchas y lees.

Solo porque ellos están usando la palabra gracia en sus enseñanzas,  no significa que estén representando de manera precisa o verdadera el evangelio de la gracia. ¡Examina todo!  Asegúrate de que su posición contra el pecado sea clara.

El pecado es destructivo y trae consigo una gran cantidad de consecuencias dañinas.  La consecuencia de cometer un pecado no es por juicio o castigo de Dios, así como tampoco es un castigo de Dios el que pongas la mano en el fuego y resultes quemado.

Los efectos destructivos y dolorosos de quemarte la mano son una consecuencia que enfrentas por usar tu libertad de elección de manera destructiva.  De la misma manera, si alguien está incursionando deliberadamente en el pecado y viviendo un estilo de vida pecaminoso, será quemado por las consecuencias destructivas que vienen con el pecado.

La única manera de ayudar a las preciosas personas a vencer los poderes del pecado es predicarles para que entren a la gloriosa gracia de Dios.  Algunos ministros piensan que cuando hay pecado, ellos necesitan predicar sermones más fuertes, más severos y más intolerantes sobre la ley de Moisés.  Yo creo con todo mi corazón que ellos son sinceros.

Pero la Palabra de Dios nos dice que “el poder del pecado es la ley”. (1 Cor. 15:56)  Predicar más sobre la ley es como echarle más leña al fuego.  Las personas no son liberadas ni transformadas cuando nosotros les caemos a golpes con la ley de Moisés.  ¡Ellos son liberados y transformados cuando encuentran el amor de su Salvador!

Yo creo que los creyentes que verdaderamente han nacido de nuevo, no andan buscando una excusa para pecar.  ¿Cómo podrían hacerlo, cuando han sido impactados por el amor y el sacrificio de Jesús?

Yo creo que ellos están buscando una salida del pecado y de la prisión del miedo, la culpa y la condenación.  Y cuanto más fuertemente yo predico de la gloriosa gracia y el amor incondicional de Dios, más recibe mi oficina del ministerio, testimonio tras testimonio de personas que han sido liberadas de todo tipo de pecados y adicciones.

Estos testimonios nos dicen que el pueblo de Dios no quiere pecar y está venciendo al pecado, volviéndose a la cruz y regresando a la gracia.  Nosotros recibimos testimonios de personas que han sido liberadas de la pornografía, el alcoholismo, las drogas y la inmoralidad sexual.

Ese es el poder de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo.  ¡El pecado ya no domina a las personas y el verdadero arrepentimiento ocurre cuando el evangelio de la gracia es predicado!

Oro para que esto se convierta en tu realidad mientras recibes el evangelio de Cristo en tu corazón y dejas que este guarde tu mente hoy.

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

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