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lunes, 5 de julio de 2021

Haz La Sola Cosa Que Es Necesaria

 Inspiración De Gracia


Respondiendo el Señor, le dijo: “Marta, Marta, tú estás preocupada y molesta por tantas cosas; pero una sola cosa es necesaria, y María ha escogido la parte buena, la cual no le será quitada”.  Lucas 10:41-42

¿Es práctico estar ocupado con Jesús?  ¿Te ayuda esto?  ¿Acaso eso pone comida en la mesa?  ¿Acaso eso hace prosperar tus finanzas?  ¿Acaso hace que tu cuerpo físico esté saludable?  Nosotros sabemos lo que eso hizo hacer a Pedro —él caminó sobre el agua.  Ahora, echemos un vistazo a lo que eso hizo por María.  Puedes encontrar la historia de María y su hermana, Marta, en Lucas 10:38–42.

María estaba sentada a los pies de Jesús cuando el Señor vino a visitarles.  Marta, la hermana mayor, estaba ocupada trabajando en la cocina, asegurándose de que todo estuviera en orden y cerciorándose de que hubiera suficiente comida y bebida para su invitado.  ¿A quién estaba Marta ocupada sirviendo?  A Jesús.

Y mientras Marta entraba y salía frenéticamente de la cocina, ¿qué estaba haciendo su hermana menor, María?  En medio de todo el ajetreo y la actividad, María estaba sentada a los pies de Jesús, contemplando Su belleza, contemplando Su gloria y escuchando cada palabra que salía de Sus labios.

Mientras María descansaba y tomaba del agua viva de Jesús, su hermana Marta estaba agobiada, irritable y estresada por servir a Jesús.  Una hermana se enfocó en servir, mientras que la otra se enfocó en recibir.

Mira lo que pasó después de un tiempo.  El estrés de Marta por estar sirviendo, finalmente la llevó a este arrebato de frustración: “Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje servir sola?  Dile, pues, que me ayude”. (Lucas 10:40)  En un momento de ira, ella culpó a dos personas: al Señor Jesús y a su hermana María.

Ahora, lee atentamente la respuesta de Jesús y quizás te halles a ti mismo en la descripción que el Señor hace de Marta: “Marta, Marta, tú estás preocupada y molesta por tantas cosas; pero una sola cosa es necesaria, y María ha escogido la parte buena, la cual no le será quitada”.

Esta es una respuesta asombrosa.  En la cultura del Medio Oriente, estaba bien que María estuviera en la cocina preparando comida y sirviendo a su invitado.  Ahora bien, hubiera sido una vergüenza que María se sentara a los pies de Jesús y no ayudara a Marta si Jesús fuera un invitado común solamente.

Pero Jesús no era un invitado común y María lo sabía.  ¡Él era Dios encarnado y la mejor manera en la que tú puedes servir a Dios cuando Él está en tu hogar, es sentándote a Sus pies y mantenerte tomando de Él!  Eso es lo que deleita a nuestro Señor.

Cuando tú te acercas a Jesús para tomar todo lo que puedas de Él, Él lo disfruta.  Por eso Jesús estaba complacido con María.  Por eso Él defendió la acción de María, diciendo: “Una sola cosa es necesaria, y María ha escogido la parte buena”.

¿Cuál es la “sola cosa” que es necesaria?  ¿Es mantenerte ocupado sirviendo al Señor?  ¿Es estar preocupado por muchas cosas?

No, la sola cosa que es necesaria es que te sientes a los pies de Jesús y mantengas tus ojos, tus oídos y tu corazón en Él.  Una hermana vio a Jesús en lo natural, necesitando de su servicio.  La otra hermana lo vio como Dios escondido en la carne, con una plenitud de la que podía tomar.

¿Qué hermana crees que elogió a Jesús y lo hizo sentir como el Dios que Él es?  María.  Marta obviamente olvidó que este Dios-Hombre había multiplicado los panes y  los peces para alimentar a una multitud.  ¡Él no vino para ser alimentado sino para alimentar!

¡Desafortunadamente, algunas veces, lo más difícil para nosotros es sentarnos!  A veces, lo más desafiante que podemos hacer es dejar nuestros propios esfuerzos y descansar únicamente en el favor inmerecido de Jesús.

A menudo, nosotros estamos como Marta —preocupados, ocupados y ansiosos por muchas cosas.  Estas pueden ser cosas legítimas que nos preocupan.  En el caso de Marta, ella estaba haciendo su mejor esfuerzo por servir al Señor.  Ella terminó haciendo muchas cosas ese día, pero se perdió la sola cosa que era realmente necesaria.

Los creyentes que hacen esa sola cosa que es necesaria, no se preocupan por nada más.  Por otro lado, los creyentes que no logran hacer esa sola cosa, terminan preocupados por muchas cosas.  ¿Crees tú que una sola cosa es necesaria —

Ahora bien, ¿es práctico estar ocupado con Jesús?  Absolutamente.  Nosotros encontramos que más tarde, en el Evangelio de Juan, María tomó una libra de perfume de nardo puro que costaba mucho, ungió los pies de Jesús, y se los secó con los cabellos para prepararlo para Su sepultura. (Juan 12:3-8)

La mañana de la resurrección, algunas mujeres vinieron con especias aromáticas para ungir el cuerpo de Jesús, pero ya era demasiado tarde.  Ellas estaban haciendo lo correcto, pero en el momento equivocado.  El Señor ya había resucitado.

Pero María hizo lo correcto en el momento adecuado.  Esto nos muestra que cuando tú haces la sola cosa que es necesaria, terminarás haciendo lo correcto en el momento adecuado, y Dios hará que todo lo que tú toques sea increíblemente bendecido.

Como María, escoge enfocarte en la belleza, la gloria y el amor de Jesús.  Escoge no preocuparte por muchas cosas o estar constantemente ocupado en ti mismo.  Como Pedro, quita tus ojos de la tormenta y mira a Jesús, y comenzarás a caminar por encima de la tormenta.

Amado, escoge enfocarte en el Señor y descansar en Su obra terminada.  ¡Como Jesús es, así eres tú en este mundo!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

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