Si somos honestos, todos tenemos una medida de equivocación en
lo que creemos durante nuestras vidas. Simplemente pregúntate: “¿Me
he sentido frecuentemente ansioso, preocupado o temeroso de que me suceda lo
peor, a mí o a mis seres queridos?” Estas emociones negativas y
agotadoras son sencillamente banderas que indican lo que nosotros realmente
creemos acerca de nosotros mismos, de nuestras vidas y de Dios.
Cuando nos sentimos
temerosos y preocupados todo el tiempo, estamos viviendo como si no creyéramos
que tenemos un Pastor fuerte y poderoso, que es compasivo con nosotros, que nos
conduce a buenos lugares, que nos protege y nos cuida amorosamente. Entonces,
si preocuparte o sentir miedo parece ser tu modo natural predeterminado, lo que
tú necesitas hacer es seguir escuchando y aprendiendo acerca de lo mucho que
Dios te ama y cuán valioso es para Él.
Es por eso que la
salida de la preocupación constante no es solo pensar positivamente; esta nace
al saber que tú tienes una relación personal e íntima con un Salvador amoroso
que vela por tus necesidades y te atiende como un Pastor
amoroso. Cuanto más firmemente creas que Él está cuidando de ti, más
cambio verás en tus pensamientos y sentimientos, y serás menos víctima de
emociones y comportamientos poco saludables.
Hoy, si tú
necesitas liberarte de una mala situación, mira a Jesús, tu buen Pastor,
conduciéndote fuera de ella por Su Palabra que trae vida y luz. El
salmista lo dice así: “Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi
camino.” (Sal. 119:105) En la traducción de El Mensaje,
dice: “Por Tus palabras yo puedo ver hacia dónde voy; ellas arrojan un
rayo de luz a mi camino oscuro.”
Amigo, el Señor
quiere poner un rayo de luz en tu camino hoy. Sea lo que sea con lo
que estás luchando actualmente, no importa cuán insuperables parezcan tus problemas,
cuando tú comienzas a creer correctamente, ¡las cosas comienzan a cambiar para
tu bien!
Viendo a través de
los ojos de la fe,
Joseph Prince
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