Inspiración De Gracia
Y
si Cristo no ha resucitado, vuestra fe es falsa, todavía estáis en vuestros
pecados… Más ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos, primicias de los
que durmieron. Porque ya que la muerte entró por un hombre, también por un
hombre vino la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos
mueren, también en Cristo todos serán vivificados. 1 Corintios
15:17, 20-22
¡El apóstol Pablo proclama que
Jesucristo ha resucitado de entre los muertos en las escrituras de
hoy! Y porque Él ha resucitado, tú ya no estás más en tus
pecados. La resurrección de Jesús es la prueba viviente de que todos
tus pecados han sido total y completamente perdonados.
Nuestro perdón no depende de nosotros ni de lo que hayamos
hecho o no, de modo que nadie puede jactarse de haber ganado su perdón por sus
propios esfuerzos. “Porque por
gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que
es don de Dios, no por obras, para que nadie se gloríe”. (Efesios
2:8–9)
Por medio de la fe en la obra terminada de Jesús en la
cruz, nosotros hemos recibido el regalo de la salvación. Cuando algo
es un regalo, esto significa que tú no puedes trabajar por ello, ganarlo o
merecerlo. El dador extiende un regalo sobre el destinatario, y
Jesús dio Su propia vida para rescatar la tuya.
Pero Pastor Prince, yo no merezco el perdón.
Tienes toda la razón. Nosotros merecíamos el
castigo por todos los pecados que hemos cometido y que cometeremos durante
nuestra vida. Merecíamos la muerte, pero Jesús tomó esa muerte por nosotros
y nos dio vida eterna. Él tomó lo que nosotros merecíamos y nos dio
lo que no merecemos. Es por eso que somos salvos por gracia —Su
favor inmerecido, que no hemos ganado y del que no somos dignos— por medio de
la fe
Ahora, recuerda esto siempre: ¿Cómo fuiste
salvado? Por gracia por medio
de la fe. ¿Cómo fueron perdonados todos tus pecados? Por gracia por medio de la fe. ¿Cómo
fuiste hecho justo? Por
gracia por medio de la fe. Este es tu fundamento inquebrantable,
construido sobre la obra terminada de Jesucristo.
No permitas que ninguna enseñanza disminuya la cruz de
Jesús en tu vida y haga de la salvación, el perdón y la justificación cosas por
las cuales tú tienes que trabajar a fin de mantenerlas y
conservarlas. Tú recibiste salvación, perdón y justificación por
gracia por medio de la fe en la obra terminada de Jesús, y estos están
asegurados por Su obediencia al Padre en la cruz:
“Así pues, tal como por una transgresión resultó la
condenación de todos los hombres, así también por un acto de justicia resultó la
justificación de vida para todos los hombres. Porque así como por la
desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así
también por la obediencia de uno los muchos serán constituidos justos.”
—Romanos 5:18–19
La justicia no tiene que ver con hacer lo correcto. La
justicia se trata de creer correctamente. Tú eres hecho justo a los
ojos de Dios cuando crees o pones tu fe en Cristo y Su sacrificio por
ti. Es a través de la obediencia de Jesús que nosotros hemos sido
hechos justos y justificados de todos nuestros pecados. La
justificación es nuestro Señor Jesús quitando toda la culpa y el castigo del
pecado, y proclamando que hemos sido hechos justos por Su sangre derramada.
Amado, cuando seas golpeado por la voz de acusación y
condenación a causa de tus fallas, cree y aprende a declarar que tú eres
salvado, perdonado y hecho justo (justificado) por gracia por medio de la fe en
Cristo. Tú verás Su favor, sabiduría, poder y todos los beneficios
de Su obra terminada liberados en tu situación, para cambiarla por completo,
para Su gloria.
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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