Inspiración De Gracia
Hijos
míos, vosotros sois de Dios y los habéis vencido, porque mayor es el que está
en vosotros que el que está en el mundo. 1 Juan 4:4
Cuando tú o uno de tus seres queridos
enfrentan una condición médica aterradora, las preguntas para las que no tienes
respuestas a menudo pueden abrumar tu mente.
¿Qué vamos a hacer? ¿Cuánto
tiempo tengo? ¿Quién cuidará de mis
hijos? ¿Cómo voy a pagar el tratamiento? ¿Alguna vez volveré a ser el mismo? ¿Por qué yo?
¿Qué puedes hacer cuando tus pensamientos están
completamente fuera de control y solo puedes imaginar que se avecina lo peor?
La Biblia registra el siguiente relato en 2 Reyes 6 para que
seamos animados. Los enemigos de Israel
estaban tan desesperados por capturar al profeta Eliseo que por la noche enviaron
a un gran ejército con caballos y carros, y cercaron la ciudad donde él se
hospedaba. Cuando el siervo de Eliseo se
despertó y vio a este ejército, se desesperó y lleno de miedo gritó: “¿Qué haremos?”
¿Puedo invitarte a leer por ti mismo lo que sucedió
después?
“Y él [Eliseo] respondió: ‘No temas, porque los que están
con nosotros son más que los que están con ellos.’ Eliseo entonces oró, y dijo: ‘Oh Señor, te ruego que abras sus ojos para
que vea.’ Y el Señor abrió los ojos del criado, y miró, y he aquí que el
monte estaba lleno de caballos y carros de fuego alrededor de Eliseo.”
—2 Reyes 6:16–17
Puede que sientas como que un gran ejército de síntomas,
informes médicos negativos y tal vez incluso una deuda financiera te han
rodeado. Pero, amado, no temas, porque
los que están contigo son mucho más que los que están con ellos.
En este momento, oro para que el Señor abra tus ojos para
que puedas ver las legiones de ángeles situados a tu alrededor. Aparta tus ojos de tus enemigos. La habilidad de tus enemigos para lastimarte
no es nada comparada con la grandeza de tu Dios y Su poder para salvarte.
Aparta tus ojos del enemigo para que puedas ver la
supereminente grandeza del poder de Dios hacia ti. El mismo gran poder que levantó a nuestro
Señor Jesús de la tumba, el mismo poder que lo sentó a la diestra de Dios en
los lugares celestiales —muy por encima
de todo principado, autoridad, poder, dominio y de todo nombre que se nombra, no
solo en este siglo sino también en el venidero” (Efesios 1:19-21)— ¡está
trabajando para ti y para tu ser querido!
¿Es el virus del papiloma humano un nombre? ¿Es la meningitis bacteriana un nombre? ¿Es la enfermedad de Parkinson un nombre? Entonces este tiene que rendirse ante Jesús,
quien está sentado a la diestra del Padre, muy por encima de las enfermedades. ¡Y debido a que tú estás en Cristo hoy, como
Él es, así también eres tú en este mundo! (1 Juan 4:17)
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince
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