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martes, 8 de marzo de 2022

Di Sí A Jesús

 Inspiración De Gracia


Pero la mente de ellos se endureció y, hasta el día de hoy, cada vez que se lee el antiguo pacto, el mismo velo le cubre la mente para que no puedan entender la verdad. Este velo puede quitarse solamente al creer en Cristo… Así que, todos nosotros, a quienes nos ha sido quitado el velo, podemos ver y reflejar la gloria del Señor. El Señor, quien es el Espíritu, nos hace más y más parecidos a Él a medida que somos transformados a Su gloriosa imagen.  2 Corintios 3:14, 18, NTV

Quiero animarte a ser consumido por la persona de Jesús.  La Palabra de Dios dice que “ustedes están unidos a Cristo Jesús, a quien Dios ha hecho nuestra sabiduría —es decir, nuestra justificación, santificación y redención—.” (1 Cor. 1:30, NVI)

¡Jesús Mismo es tu sabiduría, tu justificación y también tu santificación!

La palabra griega utilizada aquí para “santificación” es hagiasmos, la misma palabra griega que se usa para “santidad”.  Nuestra santidad o santificación se encuentra en la persona de Jesús.

Entonces, cuando tengas un pensamiento impuro, una agitación o una tentación de pecar, para por un momento y mira a Jesús.  Mira la cruz.  Mira y experimenta nuevamente Su amor, Su perdón y Su gracia para ti.  ¡Jesús es tu victoria sobre toda tentación, adicción y atadura!

Algunas personas creen que todo lo que tienes que hacer es decir no a la tentación.  ¿Pero sabes qué?  Tu fuerza de voluntad no es rival para el pecado.  La realidad es que cuanto más intentas decir que no con tus propios esfuerzos, peor se vuelve.

El apóstol Pablo describe esta lucha, que él mismo experimentó: “Pues no hago el bien que deseo, sino que el mal que no quiero, eso practico.” (Rom. 7:19)

Así que, la respuesta no es depender de tu fuerza de voluntad para decir no a la tentación, ¡sino depender de la gracia de Dios y decirle sí a Jesús!  En medio de tu lucha y tentación, di SÍ a Jesús.  Di: “Señor Jesús, yo te doy gracias porque Tú eres mi justificación, mi santificación y mi redención.”  ¡Convierte cada tentación en una oportunidad para mirar y alabar a Jesús!

Eso es lo que hizo Pablo.  Solo mira lo que él dice en Romanos 7:24-25: “¡Miserable de mí!  ¿Quién me libertará de este cuerpo de muerte?  Gracias a Dios, por Jesucristo Señor nuestro.”

La respuesta de Pablo para la victoria sobre el pecado se encuentra en una persona.  Su pregunta era: “¿Quién me librará?”  Y no, “¿Qué mandamiento me librará?”

¡Tu libertad de todo hábito pecaminoso se encuentra en la persona de Jesús!  ¡Dile sí a Él!  Él es tu justificación y santificación.  Deja que Él entre en las áreas donde te sientes más débil y permite que Su gracia te transforme desde tu interior.

Amigo, está tan claro en las Escrituras de hoy que la santidad se trata de llegar a ser cada vez más como Jesús y se produce cuando el velo de la ley es quitado.  Cuando el velo es quitado, nosotros vemos a nuestro hermoso Salvador cara a cara y Su gloriosa gracia nos transforma de gloria en gloria.  El evangelio de la gracia gloriosa siempre produce vidas gloriosas.

Oro para que a medida que tú leas más y más sobre la gracia de Dios, tengas una mayor revelación de lo maravilloso que es tu Salvador, lo perfecta que fue Su obra en el Calvario y lo profundamente amado que TÚ eres.

Y que mientras contemplas a Jesús, ¡crezcas de gloria en gloria y brilles como testimonio de todas Sus bondades!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

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