Inspiración De Gracia
Para alabanza
de la gloria de Su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado. Efesios 1:6,
RVR60
La escritura de hoy
nos dice que es por el favor de Dios, inmerecido, no ganado y del cual no somos
dignos, que hemos sido aceptos (es decir aceptados) en el Amado
—Jesús. Esto es cierto para todos los creyentes. Si eres
un creyente, entonces, por la gracia de Dios, tú eres aceptado en el Amado.
La palabra griega
para “aceptos” aquí es charitoo, que significa “altamente
favorecidos”. Nuestro Padre que está en los cielos quiere que tú
sepas que eres charitoo, es decir, altamente favorecido en el
Amado. Charitoo también significa “brújula con
favor”. En otras palabras, estamos rodeados de
favor. Esta es nuestra
posición en Cristo: ¡Altamente favorecidos y rodeados de favor para la
gloria de Su gracia!
Ahora permíteme
mostrarte otro pasaje de las Escrituras, que dice: “Por tanto
procuramos también… serle agradables.” (2 Corintios 5:9,
RVR60) Acabamos de establecer que, por la gracia de Dios, nosotros
somos aceptados en el Amado sin procurarlo. Entonces, ¿qué significa
esta escritura?
La palabra
“agradables” aquí es la palabra griega euarestos y no tiene
que ver con tu posición en Cristo. Euarestos se refiere
a algo que tú haces y que da a tu Padre celestial un gran deleite y
gozo. En Cristo el Amado, nosotros ya somos muy favorecidos, pero hay cosas que podemos hacer para
glorificar y agradar más a nuestro Padre que está en los cielos.
Permíteme ilustrar
mi punto: nuestros hijos Jessica y Justin son siempre altamente favorecidos en
mi corazón y el de Wendy. No hay nada que ellos puedan hacer para
cambiar esa posición. Esta es una
posición anclada en su identidad como nuestros hijos. Sin
embargo, hay ocasiones en las que ellos hacen algo especial por nosotros que
nos deleita y toca nuestro corazón.
En esos momentos,
ellos no solo son altamente favorecidos, sino también nos agradan mucho
más. ¿Acaso tienen ello que hacer esas cosas especiales para ganarse
nuestro amor? ¡Absolutamente no! Ellos ya son amados y
altamente favorecidos en nuestros corazones. De hecho, su deseo de
hacer algo especial por nosotros se debe a que tienen confianza en nuestro amor
por ellos. Ellos desean complacernos porque saben cuánto los amamos.
Lo mismo ocurre en
nuestra relación con nuestro Padre celestial. Cuando nosotros
sabemos cuán amados somos y cuán establecidos estamos en Su gracia, nosotros
queremos hacer buenas obras para
deleitarlo a Él. El apóstol Pablo, que era celoso por el
evangelio y las buenas obras, dijo: “Pero por la gracia de Dios soy lo
que soy, y Su gracia para conmigo no resultó vana; antes bien he trabajado
mucho más que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Dios en mí.” (1
Corintios 15:10)
Pablo, que tuvo una
revelación de la gracia de Dios, no se convirtió en un cristiano perezoso y
pasivo. Por el contrario, él trabajó más mucho más que todos los
demás apóstoles por el bien del evangelio y atribuyó todo el éxito de su
ministerio a la gracia de Dios en su vida. Eso, amigo, es euarestos (buenas
obras agradables) en acción.
Todo lo que hacemos
hoy debe fluir de la abundante provisión de la gracia de Dios. Lo
que damos tiene que salir de Su gracia. Nuestro servicio tiene que
salir de Su gracia. Cuando Su gracia es nuestro deleite, ¡nosotros
no podemos evitar trabajar más abundantemente y darle deleite al corazón de
nuestro Padre!
Viendo a través de
los ojos de la fe,
Joseph Prince
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