Inspiración De Gracia
… añadid a vuestra fe, virtud,
y a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio, al dominio
propio, perseverancia, y a la perseverancia, piedad, a la piedad, fraternidad y
a la fraternidad, amor. Pues estas
virtudes, al estar en vosotros y al abundar, no os dejarán ociosos ni estériles
en el verdadero conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Porque el que carece de estas virtudes es ciego
o corto de vista, habiendo olvidado la purificación de sus pecados
pasados. 2 Pedro 1:5-9
¿Te han dicho que
tienes que exhibir más carácter cristiano, más dominio propio, más piedad y más
amabilidad fraternal? ¿Cómo mil veces, tal vez? Yo
ciertamente fui un joven creyente. Amigo, estoy totalmente de
acuerdo en que todas estas cualidades son buenas y necesarias, pero la pregunta
es, ¿cómo las desarrollamos? ¿Cómo deberíamos nosotros los
predicadores ayudar a los creyentes a exhibir un carácter más cristiano?
Cuando se les
preguntaba por la solución, la mayoría de la gente decía:
“¡Disciplina! Necesitamos enfocarnos más en los Diez Mandamientos y
desarrollar la disciplina, y luego vendrán el autocontrol, la piedad y la
amabilidad fraternal.” Si bien todo eso suena muy bien (para la
carne), eso no es lo que dice la Palabra de Dios en las
escrituras de hoy. Léelo de nuevo, enfocándote especialmente en la
última oración.
Está claro que si
un cristiano carece de las cualidades mencionadas en las escrituras de hoy, no
es porque carezca de disciplina, sino porque “ha olvidado la purificación de sus pecados pasados” —la
cláusula principal del nuevo pacto. Él ha olvidado que la sangre de
Jesús ha comprado para Él, el perdón de todos sus pecados.
Amado, si te
recuerdas a ti mismo todos los días que has sido limpiado de todos tus pecados,
esto no solo producirá un amor genuino
por el Señor, sino que también exhibirás más y más cualidades semejantes a las de Cristo. Tu corazón
rebosará de fe, dominio propio, piedad, perseverancia, amabilidad fraternal y
amor.
Permíteme compartir
contigo un maravilloso testimonio de una preciosa pareja que experimentó esta
verdad en su matrimonio y su familia. Andy (el esposo) había
descubierto el evangelio de la gracia a través de uno de mis
libros. Antes de esto, él era un creyente que amaba al Señor, a su
familia y a la iglesia a la que asistía. Pero Andy siempre
experimentó una lucha dentro de sí mismo en la que atravesaba por ciclos de
sentimientos de ánimo y depresión.
Su esposa,
Danielle, quien lo apoyaba durante estos ciclos, lo describió de esta
manera: “Un mes él estaba bien. Las próximas dos semanas, no
tanto. La vida era como una montaña rusa... estos altibajos se
volvieron tan regulares que yo casi podía decir cuándo las cosas irían bien y
cuándo iban a volver a caer.” No hace falta decir que esto
afectó negativamente a las personas más cercanas a él —su esposa y sus hijas.
Sin embargo, cuando
Andy comenzó a aprender acerca de la gracia de Dios, él llegó a ver que podía descansar en la obra terminada de Jesús. Él
explicó los cambios que esto trajo: “La revelación de que he sido perdonado a través de Cristo y hecho justo en Él me hizo consciente del Hijo
en lugar de consciente del pecado.
Ahora, cuando el
acusador de los hermanos trata de acusarme, ¡el Espíritu de verdad me convence
de la obra terminada de Jesús! Todavía me siento deprimido a veces,
por supuesto, pero ya no me hundo a esas profundidades como antes y no estoy
tan deprimido como solía estar. No puedo explicarlo, pero estoy
mucho más feliz ahora, ¡y estoy enamorado de Jesús otra vez!”
Quizás te gustaría
escuchar cómo Danielle resume elocuentemente, cómo la revelación del perdón y
la gracia de Jesús ha cambiado radicalmente a su esposo:
“¡Vi cambios importantes
en él! Se volvió mucho más tranquilo al manejar situaciones
frustrantes. Siempre hemos tenido un buen matrimonio, pero ahora él
me trata con mucho más amor y cuidado, ¡y nuestro matrimonio es aún
mejor! Él también trata mejor a nuestras niñas, mostrando mucha más
paciencia con ellas. Ahora pasa mucho más tiempo con ellas y también
puedo verlo realmente disfrutando mucho el tiempo que pasa con ellas.”
El secreto detrás
de cada hombre y mujer piadosos es que creen en la verdad de que ellos
han sido perdonados. Su piedad proviene de la revelación de su
perdón. Ellos son creyentes que creen y honran la Palabra de
Dios. Cuando Dios dice que Él es misericordioso y que ha perdonado
todos sus pecados, ellos lo toman por Su Palabra.
Durante todo el día,
ellos son conscientes del perdón. Incluso
cuando dicen algo incorrecto, hacen algo incorrecto o tienen un pensamiento
incorrecto, ellos continúan siendo conscientes
del perdón. Ellos ven la sangre de Jesús lavándolos
continuamente. Ellos ven a Dios en Su misericordia y
gracia. Y debido a su conciencia del perdón, ellos experimentan la victoria sobre el pecado.
Te animo a que
medites en el perdón y la justicia que tienes en Cristo. ¡Esta es la
clave para disfrutar tu relación con Dios y experimentar Su amor manifestándose
en ti y a través de ti! Amado, ¡cuanto más anclado estés en la
gracia de Jesús y en Su obra terminada, más reinarás en vida por medio de Él!
Viendo a través de
los ojos de la fe,
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