Inspiración De Gracia
Pero Dios, que es rico en
misericordia, por causa del gran amor con que nos amó, aun cuando estábamos
muertos en nuestros delitos, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia
habéis sido salvados), y con Él nos resucitó, y con Él nos sentó en los lugares
celestiales en Cristo Jesús, a fin de poder mostrar en los siglos venideros las
sobreabundantes riquezas de Su gracia [favor inmerecido] por Su bondad para
nosotros en Cristo Jesús. Romanos 5:8, NTV
Mira el pasaje de
arriba. Nos dice que debido al favor inmerecido de Dios, nosotros estamos sentados con Cristo a la diestra
del Padre. ¿Qué significa estar sentados en los lugares
celestiales en Cristo Jesús?
Significa que hoy,
nosotros estamos en una posición de descanso
en la obra terminada de Jesús. Estar sentado en Cristo es descansar, confiar en Él y recibir todo lo que
nuestro hermoso Salvador ha logrado para nosotros.
Amigo, Dios quiere
que nosotros tomemos la posición de poner nuestra confianza en Jesús para tener
buen éxito en cada área de nuestras vidas, en lugar de poner nuestra confianza
en nuestras buenas obras y nuestros esfuerzos humanos para lograr el
éxito. ¡Qué bendición es estar en esta posición de dependencia de
nuestro Salvador!
Pero en lugar de
mirar a Jesús, el diablo engaña a los creyentes para que se miren a sí
mismos. Durante miles de años, la estrategia del diablo no ha
cambiado. Él es un maestro cuando se trata de acusarte, señalarte
todas tus faltas, debilidades, errores y defectos. Él seguirá
recordándote tus faltas del pasado y usará la condenación para
perpetuar el ciclo de derrota en tu vida.
Cuando el apóstol
Pablo halló que se hundía en la ocupación por sí mismo, él se deprimió y
gritó: “¡Miserable de mí! ¿Quién me libertará…?” (Romanos
7:24) En el siguiente versículo, él ve la solución de Dios y
dice: “Gracias a Dios, por Jesucristo Señor nuestro.”
De la misma manera,
amado, es hora de que tú dejes de ser consciente de ti mismo y de estar ocupado
en ti mismo, y comiences a estar ocupado
de Cristo.
Hoy, tú ya no
deberías estarte preguntando: “¿Soy aceptado ante Dios?” Esta pregunta vuelve a
poner el enfoque en ti y esto te coloca bajo la ley. Yo sé que hay
personas que te animarán a hacerte esta pregunta, pero es verdaderamente un
error preguntarte a ti mismo si eres aceptado ante de Dios.
La pregunta
correcta para hacerte es: “¿Es Cristo aceptado ante Dios?” Porque así como Cristo es, así eres también
tú en este mundo. (1 Juan 4:17) No preguntes: “¿Estoy agradando
a Dios?” En cambio, pregunta: “¿Está Cristo agradando a Dios?”
¿Puedes ver la
diferencia en el énfasis? ¡El antiguo pacto de la ley se trata solo
de ti, pero el nuevo pacto de gracia se trata de Jesús! La
ley te exige que cumplas y te hace consciente de ti mismo, mientras que la gracia impone la exigencia a Jesús y te
hace consciente de Jesús.
¿Te imaginas a un
niño pequeño creciendo y siempre preguntándose en su corazón: “¿Estaré
agradando a papá? ¿Estaré complaciendo a mamá? ¿Estaré
siendo aceptado por papá y mamá?” Este niño crecerá emocionalmente
deformado si no tiene la seguridad y la confianza del amor y la aceptación de
sus padres.
Es por eso que tu
amoroso Padre celestial quiere que estés arraigado,
establecido y anclado en Su inquebrantable amor por ti. Él
demostró Su amor por ti cuando envió a Jesús a convertirse en tu pecado en la
cruz para que tú puedas llegar a ser Su justicia. ¡Nuestra parte hoy
es apartarnos de nosotros mismos y mirar a Jesús!
Viendo a través de
los ojos de la fe,
Joseph Prince
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