Inspiración De Gracia
En esto consiste el amor: no en
que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a
Su Hijo como propiciación por nuestros pecados. 1 Juan 4:10
Amigo, ¿tienes hoy
tu revelación del amor personal de Dios por ti? Su amor debe ser
experimentado en tu corazón. El conocimiento mental —saber
intelectualmente que Dios te ama porque Él ama a todos— no va a ser
suficiente. Es cuando tú realmente te encuentras con la persona de
Jesús y Su gracia, y realmente comprendes en tu corazón que Él te ama,
que comienzan a ocurrir cambios positivos y profundos en tu vida.
¿Existe una base
bíblica para decir esto? Sí, existe. La Biblia nos dice
claramente: “Gracia y paz os sean multiplicadas en el conocimiento de
Dios y de Jesús nuestro Señor.” (2 Pedro 1:2) La palabra
utilizada aquí para “conocimiento” es la epignosis griega, que se refiere a una
experiencia del corazón acerca de qué y
quién es Dios, en lugar del mero conocimiento intelectual de los hechos
acerca de Él. Este es un conocimiento que se adquiere a través de una relación íntima y personal con Dios.
En otras palabras,
cuando tú escuches y escuches, hasta que sepas en tu corazón que
el Señor te ama y está para ti, tú experimentarás Su favor inmerecido y Su paz
sobrenatural en el área de tus dificultades. Ahí es cuando
encontrarás Su fuerza, Su sabiduría y Su provisión multiplicadas de manera
tangible en tu vida.
¿Te acuerdas de
Gedeón, que se veía a sí mismo como el más pequeño de su familia y que estaba
trillando trigo en un lagar por temor a ser visto por los madianitas?
Leemos su historia
en el libro de Jueces y vemos cómo él venció sus inseguridades y sus temores, y
sin ayuda salvó a Israel de los madianitas, porque él escuchó por primera vez
las palabras llenas de gracia y aliento que el ángel del Señor le dijo: “El
Señor está contigo, valiente guerrero... Ciertamente Yo estaré contigo, y
derrotarás a Madián como a un solo hombre.” (Jueces 6:12,
16) Cuando él comenzó a ver cómo
el Señor lo veía, y creyó que el
Señor estaba con él y para él, ¡él cumplió su destino!
Si, como Gedeón, tú
te sientes pequeño e impotente ante tus dificultades, te animo a que sigas
escuchando cómo, debido al sacrificio de Jesús y Su obra terminada, nada puede
separarte del amor de Dios. Quiero que sepas ahora mismo que Él ya
te hizo más que vencedor en Cristo. (Romanos 8:37–39)
Cuando tú sabes
quién eres en Cristo y crees en el amor de Dios por ti, te haces fuerte y ves a
Dios hacer grandes cosas en ti y a través de ti. Cuando tú sabes que
Dios está contigo y para ti, ¿quién o qué podrá oponerse a ti? (Romanos
8:31) ¡Tú seguramente ganarás las batallas de la vida y vivirás el
asombroso destino que Dios ha preparado para ti!
Viendo a través de
los ojos de la fe,
Joseph Prince
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