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lunes, 5 de diciembre de 2022

El Terreno Está Listo Para Tu Sanidad

Inspiración De Gracia


“Sobre Mis espaldas araron los aradores; alargaron sus surcos.”  Salmos 129:3

En el versículo anterior, vemos una imagen agrícola poderosa y bastante gráfica que se usa para ayudarnos a comprender el sufrimiento violento que nuestro Señor Jesús soportó para nuestra sanidad.

El Salmo 129 es un salmo mesiánico, y esta es una imagen de la flagelación por la que pasó Cristo.  Yo estaba leyendo este versículo un día y sentí que el Señor me decía: “Medita por qué Yo utilicé palabras asociadas con la agricultura.”  Eso me hizo preguntarme: ¿Por qué dijo el Señor: “Sobre Mis espaldas araron” en lugar de decir golpearon, azotaron o hirieron?

Los aradores arrastran un arado afilado que excava en el terreno para romper el suelo y hacer surcos profundos en preparación para sembrar las semillas, como se muestra en la siguiente imagen.  Yo creo que eso fue lo que le pasó a la espalda de nuestro Señor Jesús.  Cuando Él fue azotado por los soldados romanos, fue como si toda Su espalda hubiera sido arada.

Los surcos hechos en el suelo por un arado permiten la siembra de semillas y el riego.  En el Salmo 129, los surcos hablan de la flagelación que recibió Jesús para nuestra sanidad.

Las víctimas de la flagelación romana eran azotadas con un látigo compuesto por varias correas largas de cuero incrustadas con fragmentos de huesos rotos, metal y ganchos.  Con cada golpe, las correas se enrollaban alrededor del cuerpo de la víctima y los fragmentos se alojaban en su carne.  Cuando se tiraba, la carne de la víctima era arrancada y quedaba rasgada, haciendo profundos y largos surcos en la espalda.  Para cuando los verdugos de nuestro Señor terminaron, creo que no quedaba ni una sola fibra de piel sobre Su espalda.  El Salmo 22, un salmo mesiánico, nos dice que incluso Sus huesos fueron expuestos y ellos se detuvieron a mirarle. (Salmos 22:17)

No fue una coincidencia que el lenguaje de la siembra se usó para describir la terrible flagelación de nuestro Señor Jesús.  Los surcos se hacen para sembrar las semillas.  Cuando tú sientes que no tienes fe para creer en sanidad, nuestro Señor Jesús dice que solo necesitas una fe tan pequeña como una semilla de mostaza. (Lucas 17:6)  No se trata de cuán fuerte sea su fe —simplemente siembra tus pequeñas semillas de fe en la buena tierra de nuestro Señor.  Cuanto más veas lo que Él ha hecho por ti, más crecerá tu fe y más experimentarás una cosecha de sanidad.

Cuando Su espalda fue azotada en surcos, Él estaba permitiendo que se sembrara la semilla para tu sanidad específica, ya sea presión arterial alta, un tumor o el asma de tu hijo.  Cualquiera que sea la condición que tú o tu ser querido puedan estar sufriendo, el sufrimiento y el sacrificio de Jesús hablan de cómo el precio por tu sanidad fue pagado por completo.  Esto habla de lo muy amado que eres.  Ahora extiéndete por fe y recibe tu sanidad.  ¡E incluso mientras esperas tu cosecha al cien por ciento, experimenta Su amor por ti como nunca antes!

Viendo a través de los ojos de la fe,

Joseph Prince

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