Conozca A Su Comandante En Jefe

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Gracia y paz os sean multiplicadas en el conocimiento de Dios y de Jesús nuestro Señor.

2^a Pedro 1:2

Una vez tuve una conversación con un médico acerca de guerra espiritual.  Ella me dijo: “Cuando hay una enfermedad en tu cuerpo, debes saber cuál es el nombre médico correcto para ella porque así puedes orar en contra de ella con precisión.”  Luego, presuntuosamente me dijo algo, “Como alguien que ha estado en el ejército, tú debes saber esto: La estrategia militar más importante es conocer a tu enemigo.”

Le sonreí y dije: “En realidad, creo que la estrategia militar más importante no es conocer a tu enemigo, sino conocer a tu comandante en jefe y sus directrices para ti.”

Amigo, ¿conoce usted a su comandante en jefe, Jesucristo?  La Biblia nos dice que el favor inmerecido y la paz se multiplican en nuestras vidas a través del conocimiento de Jesús, nuestro Señor y Dios.  Así que pase tiempo a los pies de Jesús.  Vea Su gracia y Su amor hacia usted en Su Palabra.  Así es como usted experimentará más de Su favor inmerecido y Su paz-shalom.  ¡Así es como usted caminará en total plenitud y buen éxito!

Bendiciones,
Joseph Prince

Vea La Gracia De Jesús Y Él Verá Su Fe

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Cuando oyó hablar de Jesús, se llegó a Él por detrás entre la multitud y tocó Su manto. Porque decía: “Si tan sólo toco Sus ropas, sanaré.”  Al instante la fuente de su sangre se secó, y sintió en su cuerpo que estaba curada de su aflicción.

Marcos 5:27-29

“Yo no creo tener suficiente fe para ser sanado.”

Amigo, no se trata de que usted califique la cantidad de fe que tiene. Ese es asunto de Dios. Todo lo que usted necesita hacer es simplemente ver lo misericordioso es Dios con usted.

La mujer con el flujo de sangre no iba por ahí diciendo: “Tengo que tener fe.  Tengo que tener fe...”  No, ella no estaba consciente de su fe (o su falta de ella).  Ella estaba consciente de Jesús y Su bondad.  ¿Cómo?  Escuchó hablar de Jesús.  Debe haber escuchado hablar todo sobre Su bondad para con los enfermos y los oprimidos, y cómo Él sanó y liberó A TODOS.

Ella simplemente vio a Jesús en Su gracia, y Jesús vio su fe y  la afirmó –“Hija,  tu fe te ha sanado.”  Amado, solamente enfóquese en la gracia de Jesús.  Vea cómo Él sanó A TODOS sin excepción, y manténgase escuchando de Su bondad!

Bendiciones,
Joseph Prince

Simplemente Vea La Bondad De Jesús En La Palabra

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Dad gracias al Señor, porque Él es bueno; porque para siempre es su misericordia.

Salmo 107:1

Una vez yo estaba con una fiebre terrible.  Busqué al Señor y Él me dijo que simplemente leyera acerca de Sus milagros de sanidad en los Evangelios.  Incluso me dijo que no me dejara atrapar en la doctrina, sino que me enfocara en Su gracia, Su compasión y Su buena voluntad de sanar a los enfermos.

Profundizando en las Escrituras, pronto me encontré en la presencia de mi sanador y dador de la vida.  Me bañé en Su amor por mí y sólo vi Su bondad y Su buena voluntad de sanarme, mientras leía acerca de cómo Él sanó a todas las personas que vinieron a Él buscando sanidad.  No pasó mucho tiempo antes de que la fiebre se fuera.

Amado, sin gimnasia espiritual, sino simplemente a través de ver a Jesús y Su gracia en las Escrituras, usted puede ser transformado a Su semejanza –que incluye tener Su resurrección a la vida– de manera inconsciente y sin esfuerzo!

Bendiciones,
Joseph Prince

Vea Al Jesús Real

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Las noticias acerca de Él corrieron y llegaron tan lejos como Siria, y pronto la gente comenzó a llevarle a todo el que estuviera enfermo. Y Él los sanaba a todos, cualquiera fuera la enfermedad o el dolor que tuvieran, o si estaban poseídos por demonios, o eran epilépticos o paralíticos.

Mateo 4:24, NTV

La Biblia nos dice que si usted quiere saber cómo es Dios, mire a Jesús.  Si usted quiere saber cómo el Padre siente acerca de sanar a los enfermos, sólo mire a Jesús!  Jesús SIEMPRE sanó a los enfermos que acudían a Él.  El ciego, cojo, mudo, sordo y poseído por demonios –¡Él los sanó a todos!

Jesús nunca le dio enfermedad a nadie.  Usted encontrará a Jesús sanando a los leprosos cuando estuvo en la tierra, pero nunca lo encontrará llamando a alguien y diciéndole a la persona: “Tú eres demasiado sano y de buen aspecto.  Recibe algo de lepra para aprender a ser humilde!”  No, cuando un leproso vino a Él, sin saber que Jesús quería sanarlo, Jesús, lleno de compasión, le dijo con firmeza: “¡Yo quiero.  ¡Se sano!”

Ese es su Jesús.  Ese es su Dios.  ¡Venga confiadamente a Jesús, el Señor que le sana –hoy y siempre (Éxodo 15:26)!

Bendiciones,
Joseph Prince

Bendecidos Para Ser Dadores

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Abrirá el Señor para ti Su buen tesoro, los cielos, para dar lluvia a tu tierra a su tiempo y para bendecir toda la obra de tu mano; y tú prestarás a muchas naciones, pero no tomarás prestado.

Deuteronomio 28:12

Dios le bendice y provee abundantemente para usted y su familia, de tal forma que usted siempre se encuentre en la posición de dar y ser una bendición.

Él quiere que usted sea un acreedor, en vez de un deudor que está luchando constantemente para pagar sus deudas, así usted puede ser una bendición para muchos.

Amigo, siga buscando que Su obra consumada le provea para todas sus necesidades.  No se rinda a la tentación de pedir prestado imprudentemente.  No tome préstamos de crédito fácil que ponen a su disposición miles de dólares (que no son suyos) para gastar, y luego deberá luchar sólo para pagar los altos intereses.  Esto sólo pasará una factura en su tranquilidad, su salud y sus relaciones familiares.

Amado, sea sabio.  Busque a Cristo para su provisión y por Su gracia sea diligente en todo lo que hace.  Estará tan bendecido que no podrá dejar de ser una bendición!

Bendiciones,
Joseph Prince