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domingo, 21 de diciembre de 2014

Ignora Los Vientos Y Las Olas

Medita En

Pero viendo la fuerza del viento tuvo miedo, y empezando a hundirse gritó, diciendo: ¡Señor, sálvame!
Mateo 14:30
Pedro bajó de la barca y caminó sobre el agua a la orden del Señor.  Pero al sentir los vientos turbulentos, tuvo pánico, empezó a hundirse y gritó: “¡Señor, sálvame!”  Inmediatamente, el Señor le extendió Su mano y lo salvó.
Déjame preguntarte esto: ¿Si los vientos no hubieran sido turbulentos esa noche, habría sido capaz Pedro de caminar sobre el agua?  ¡Por supuesto que no!  La hazaña de Pedro no tenía nada que ver con la intensidad de los vientos, ni de las olas.  Ésta tenía todo que ver con Jesús.  Mientras mantuvo sus ojos en Jesús, Pedro fue capaz de hacer lo que él vio al Señor haciendo.
De la misma manera, amigo, cuando los vientos turbulentos de los síntomas de dolor o informes médicos adversos gritan por tu atención, recuerda que recibir tu sanidad no tiene nada que ver con lo malos que estos sean.  Tiene todo que ver con que Cristo ya ha pagado el precio por tu sanidad y salud.  Tiene todo que ver con cómo está Él ahora, por encima de todas las enfermedades que pueden afectar a tu cuerpo.  Así que, mantén tus ojos en Jesús, ¡y camina en Su fuerza, sanidad y vida!
Lo mismo puede decirse sobre recibir la provisión del Señor.  ¿Realmente depende de lo bien que la economía esté marchando?  Así que, ¿por qué prestar atención a los reportes adversos y preocuparse?  Mantén tus ojos en Jesús, ¡y camina en Su provisión abundante!
Mi amigo, no dejes que los vientos de tormenta y las olas de sus retos te distraigan.  No tienen nada que ver con que tú camines victorioso sobre tus situaciones o no.  Sólo mantén tus ojos en Jesús –¡y recibe tu milagro! 
Bendiciones,

Joseph Prince


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