Medita En
… habéis recibido un espíritu de
adopción como hijos, por el cual clamamos: “¡Abba, Padre!”
Romanos
8:15
El Señor me dijo una vez que el caminar en Sus
bendiciones era una cuestión del espíritu –andar en el espíritu de condición de
hijo (por adopción). Y amado, así es
como el espíritu de condición de hijo opera –al nosotros volvernos a Dios y
clamar: “¡Abba, Papi!” Como niños
pequeños.
Hoy, quiero animarte a clamar a Dios con una mayor
sensación de intimidad. Llámalo Papi, Papá
o Abba y simplemente habla con Él
desde tu corazón.
Cuando las cosas se pongan difíciles, ve a algún
lugar tranquilo y habla con Él. Di: “Papi,
quiero hablarte sobre este problema que estoy enfrentando en el trabajo.” Si padeces una enfermedad en tu cuerpo y
necesitas sanidad, acércate a tu Padre y dile: “Papi, papi, necesito escuchar Tus
palabras de vida y Tus promesas de sanidad para mi condición.” Déjame decirte que, ¡Él de seguro hablará contigo!
Cuando te sientas tan abrumado que no sepas qué
orar, simplemente clama a tu Papá Dios –“¡Papi Dios! ¡Papi Dios!” Esto omite los rituales legalistas y te lleva
directamente a los brazos de tu Padre celestial. Mientras más clamamos: “Papi Dios,” más vamos
a comenzar a sentir el amor de nuestro Padre y Sus brazos fuertes y
reconfortantes. Ya no tendremos que
luchar por tener fe. La fe simplemente
empezará a brotar en nuestro corazón, junto con una confianza serena de que Papá
Dios va a neutralizar los ataques del enemigo, y va a hacer que todo funcione
para nuestro bien.
Amado, no tengas miedo de ejercitar el Espíritu de condición
de hijo. ¡Clama a tu Papá Dios como un pequeño
niño, y experimenta Su abrazo, protección, liberación y provisión este día!
Bendiciones,
Joseph Prince
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