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sábado, 28 de abril de 2018

¡Ciertamente!


Ciertamente El llevó nuestras enfermedades [aflicciones], y cargó con nuestros dolores [tristezas]…
Isaías 53:4
Mientras esperan por la manifestación de su sanidad, algunas personas encuentran difícil creer que Jesús realmente tomó sus enfermedades y dolores, así como tomó sus pecados y vergüenza.  Si tú eres uno de ellos, no te sientas condenado.  Tu Padre en el cielo te comprende.  Es por eso que Él puso la palabra “ciertamente” cuando dijo: Ciertamente, Mi Hijo llevó tus enfermedades y cargó tus dolores.”
Una vez, mi hija Jessica estuvo llorando toda la noche porque no se sentía bien.  Había estado enferma un par de días.  En mi estudio, yo tomé mi Biblia y el Señor me dirigió a Isaías 53:4 en donde dice: “Ciertamente Él llevó…  Ahora, yo conozco la versión del hebreo original, y esta dice: “Ciertamente Él llevó nuestras enfermedades y cargó nuestros dolores.”  Así que dije: “Ciertamente, Él llevó la enfermedad de Jessica…”
Pero era como si el versículo no fuera real para mí.  Su llanto parecía más real.  Entonces, de repente, el Espíritu Santo abrió mis ojos a una palabra en ese verso, y realmente revolucionó la forma en la que pude ver todo el pasaje.
Fíjate en la primera palabra del versículo.  Dice: “Ciertamente…”  Ciertamente, Él llevó tus enfermedades y cargó tus dolores.  Ahora, mira el siguiente versículo: “Mas Él fue herido por nuestras transgresiones…”  Todo cristiano conoce y cree que Jesús fue herido por nuestros pecados, aunque la palabra “ciertamente” no fue puesta aquí, sino en el verso anterior.  Pienso que Dios sabía que nosotros hallaríamos difícil de creer que Jesús también llevó nuestras enfermedades y cargó nuestros dolores, ¡así que Él puso la palabra “ciertamente” allí, para ayudarnos a creer!
Cuando me di cuenta de esto, puse mi Biblia en el piso, me puse de pie sobre ella y dije: “Padre, Tú sabes que no quiero ser irreverente, pero me levanto firme en Tu Palabra.  ¡Ciertamente, Jesús llevó la enfermedad de Jessica y cargó su dolor!  No me importa si todavía puedo escucharla llorar.  ¡Ciertamente, Tu Hijo, Tu amado Hijo, llevó su enfermedad y cargó su dolor!  ¡Aleluya!  Esa noche, el rompimiento vino.  Esa noche, mi pequeña Jessica fue sanada. 
¿Estás tú o alguno de tus seres amados, sufriendo ahora de alguna enfermedad o dolor?
Ciertamente nuestro Señor Jesús llevó tus enfermedades y cargó tus dolores.  Y mientras tú crees esta verdad, ¡ciertamente, tu sanidad y tu rompimiento vendrán!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

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