He aquí, Yo Soy el Señor, el Dios de toda
carne, ¿habrá algo imposible para Mí?
Jeremías 32:27
¿Tienes algún problema creyendo que en el momento
en que un pecador recibe a Cristo Jesús como su Señor y Salvador, es
salvo? Creo que dirás: “No”.
Entonces déjame preguntarte, ¿qué es más difícil
para Dios (aunque en realidad sabemos que nada es difícil para Dios): Salvar un
alma del infierno o sanar un cuerpo enfermo?
Por supuesto que es “difícil” salvar a un alma del infierno porque Dios tuvo que enviar a Su Hijo a la cruz.
Así que, si Dios
te ha dado ya el más grande milagro que puedas recibir, que es arrebatarte
de las garras de la condenación eterna y darte
vida eterna, ¿qué es para Él sanar tu cuerpo, salvar tu matrimonio, cambiar
la rebeldía de tu hijo adolescente, o darte ese contrato de negocios?
Por lo tanto, no pienses que cuando te acercas a
Dios con un dolor de cabeza, Él dice: “No hay problema,” pero cuando vienes a
Él con cáncer, Él dice: “¿Cáncer?
¡Wow! No es tan fácil. Eso es más complicado. ¡Voy a necesitar más poder!”
¡No! Puede
parecer más difícil para nosotros, pero
en cuanto a Dios, nada es imposible
para Él, porque Él ha dicho: “He aquí, Yo
Soy el Señor, el Dios de toda carne, ¿habrá algo imposible para Mí?”
Este fue el caso de una miembro de nuestra iglesia,
que estaba sufriendo de cáncer ovárico.
Después de que oré por ella, le dije: “Este cáncer no es un problema
para Dios. Solo cree que cuando Dios
dice que nada hay imposible para Él, ¡es así!”
En cuestión de semanas, ella regresó con lágrimas en sus ojos, testificando que volvió al médico y él
la declaró sana después de que no
pudo encontrar ningún rastro de cáncer en ella.
Amado, si
hay un milagro que necesitas, hay un
milagro que vas a recibir. Dios ya te ha
dado el gran milagro de la vida eterna, así que, ¿cómo no te dará Él también
todos los otros milagros menores?
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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