Abraham era viejo, entrado en años; y
el Señor había bendecido a Abraham en todo.
Génesis 24:1
La Biblia dice que Abraham era justo. Pero ¿sabías que su sobrino Lot también era
justo? (2 Pedro 2:7-8) Sin embargo,
ambos vivían vidas muy diferentes. A
pesar de que ambos vivían bajo la gracia
de Dios, unos 400 años antes de que la Ley fuera dada, Abraham fue muy bendecido, mientras que Lot perdió casi todo.
Ambos tenían grandes manadas y rebaños. Cuando sus pastores comenzaron a pelear por
espacio, Abraham tomó la iniciativa de
hacer la paz. Él incluso dejó que
Lot tomara las tierras que él quería. Ambos hombres eran justos, pero uno era más
amable que el otro.
Lot escogió la bien irrigada llanura de Jordania,
en donde estaban las ciudades de Sodoma y Gomorra. Él habitó allí y fue extendiendo sus tiendas
hasta Sodoma. Con el tiempo, él vivía en Sodoma. Ahora, Sodoma y Gomorra en la Biblia
representan un estilo de vida de pecado.
Algunos cristianos piensan: “Ya que yo soy justo por la fe y estoy bajo
la gracia de Dios, puedo vivir un estilo de vida de pecado.”
Bien, vamos
a aprender de Lot. Él primero vio a Sodoma, luego sus pies caminaron hacia ella y finalmente él entró en ella. Me gusta lo que un gran hombre de Dios dijo:
“El pecado te llevará más lejos de lo que quieres ir, te mantendrá más tiempo
del que quieres permanecer y te costará más de lo que quieres pagar.” ¿Qué terminó pagando Lot?
Él fue capturado cuando los cuatro reyes saquearon
Sodoma y Gomorra. E incluso después de
que Abraham lo rescatara con la ayuda de Dios, él no aprendió su lección. Él volvió a Sodoma. Algunos cristianos viven de un rescate a
otro. Dios los libra de, digamos,
deudas, ¡y ellos vuelven directo a pedir dinero prestado o a los juegos de
azar! Sodoma y Gomorra fueron finalmente
destruidos. Lot escapó con sólo la ropa en la espalda e incluso perdió a su esposa en el proceso.
Amado, tú
eres la justicia de Dios en Cristo. Cuando tú realmente entiendes lo que hizo
Jesús para hacerte la justicia de Dios, esto hará que te desenamores del pecado
y te enamores de Dios. ¡Entonces, ya no será difícil tener un
corazón dedicado a Dios, como lo hizo Abraham y al igual que Abraham, serás
bendecido en todas las cosas!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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