Hijos Míos, vosotros sois de Dios y los
habéis vencido, porque mayor es El que está en vosotros que el que está en
el mundo.
1 Juan 4:4
Si has estado en un espectáculo de circo o has
visto alguno por televisión, debes estar familiarizado con el acto que
involucra a un león y su entrenador.
Pero ¿alguna vez te has preguntado por qué, además de sostener un
látigo, el entrenador está armado con un taburete cuyos pies dirige hacia la
bestia?
La idea es distraer
al león. Verás, así tan poderosa como es la bestia, a ésta se le puede inmovilizar con
distracciones. Si a este devorador
de hombres no se le distrae de vez en cuando, ¡podría decidir mutilar al
entrenador hasta la muerte!
El diablo es como el entrenador. Él sabe que tú tienes el poder de Dios dentro de ti, porque el León de Judá está en ti, y “El
que está en ti es mayor que el que está en el mundo”. Así que, lo que el diablo trata de hacer es inmovilizarte con distracciones.
Por ejemplo, él puede llamar tu atención hacia un
dolor en tu cuerpo para distraerte. Y de pronto te encuentras revisando revistas
médicas o el Internet para averiguar más acerca de tus síntomas. Además, decides consultar a más de un
médico. Y ya que sabes de alguien que
está en la misma condición, hablas con esa persona sobre ello.
Al final, estás
distraído por el dolor, los síntomas, tus descubrimientos, los informes de
los médicos y la experiencia de tu amigo.
Y te resulta difícil creer y
enfocarte en la Palabra de Dios relacionada a tu sanidad. Te ha convertido en alguien inmovilizado, impotente y temeroso.
Así que, el
truco del diablo es conseguir que te enfoques en tu condición. Cuando tú estás consciente de los síntomas en
tu cuerpo y tus descubrimientos, vas a ver la enfermedad manifestarse. Pero, Dios
quiere que tú te enfoques en quién eres y qué tienes en Cristo. Cuando estás consciente de que tienes sanidad
en Cristo, vas a ver esa sanidad manifestarse.
Mi amigo, aquello
sobre lo que estés consciente, va a manifestarse. Así que, ¡vive
consciente de Cristo, quien es todo el poder de Dios dentro de ti, y verás ese
poder manifestarse!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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