Medita En
Y la paz de Dios, que
sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en
Cristo Jesús. (Filipenses 4:7)
Quiero hablarte hoy
acerca de experimentar la clase de paz de Dios en medio de circunstancias terribles.
Amigo, paz no es la ausencia de
problemas en la vida. No es la ausencia
de agitación, dificultades o cosas que no tienen armonía en tu ambiente físico.
Es posible estar en medio de la mayor
crisis de tu vida y aún así experimentar paz. Esa es la verdadera clase de paz que se puede
experimentar con Jesús —una paz que sobrepasa la comprensión. Naturalmente hablando, no tiene sentido que te
sientas completamente en reposo y paz cuando estás en una situación
desesperada, pero sobrenaturalmente, ¡si puedes estar lleno de paz!
El mundo define la
paz, la armonía y la tranquilidad en función de lo que sucede en el ámbito
sensorial. La noción de paz del mundo se
vería algo así: Un hombre acostado en una hamaca en una playa de arena blanca
en Hawaii, con música luau sonando suavemente en la cabaña, las palmeras
balanceándose en el unísono perfecto y cálidas olas azules rodando
lánguidamente a lo largo de la costa. ¡El mundo llama a eso paz —hasta que la
realidad entra en acción y la paz transitoria que se experimentó hace solo un
momento, se disipa en el aire!
Mira amigo, no puedes
usar tu ambiente externo para que influya permanentemente en la agitación que
sientes por dentro. Solo Jesús puede
tocar lo que estás sintiendo por dentro y convertir esa agitación en Su paz.
Con el Señor a tu lado, y desde esa paz
permanente en tu interior, tú puedes influir en tu ambiente externo. No
es al revés. Con Jesús, la
transformación es siempre de adentro hacia afuera y no de afuera hacia adentro.
Él pone una paz y descanso en tu corazón
que es tan seguro que tú puedes enfrentar cualquier dificultad sin
preocupaciones ni estrés, independientemente de tus circunstancias y ambiente
negativos.
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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