Medita
En
Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están
unidos a Cristo Jesús. (Romanos 8:1, NTV)
Hoy, quiero hablar sobre cómo puedes tener una
vida victoriosa en tus pensamientos. Amigo,
la solución a las tentaciones, deseos y pensamientos pecaminosos se encuentra
en el primer versículo de Romanos 8: "Por lo tanto, ya no hay ninguna
condenación para los que están unidos a Cristo Jesús". (Por cierto, algunas traducciones de la Biblia, como la Biblia de Las Américas, continúan diciendo: "los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu". Esto fue agregado por los traductores posteriores de la Biblia. En los manuscritos mas antiguos del Nuevo Testamento disponibles hoy, el griego simplemente declara: "Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús".)
Tú puedes experimentar
tentaciones y pensamientos pecaminosos de vez en cuando, pero justo en medio de
esa tentación, necesitas saber esto: "Por lo tanto, ya no hay ninguna
condenación para los que están unidos a Cristo Jesús". Nota que este versículo está en tiempo presente. Ahora mismo, incluso si en este mismo momento, hay pensamientos pecaminosos pasando por tu mente, ¡no hay ninguna condenación porque tú estás EN CRISTO JESÚS! ¿Debemos entonces sentarnos a esperar y entretener esos pensamientos pecaminosos? Por supuesto que no.
El pecado no puede echar
raíces en una persona que está llena de la conciencia de su justicia en Cristo. Tú no puedes evitar que los pájaros vuelen
sobre tu cabeza, pero ciertamente puedes evitar que un pájaro construya un nido
en tu cabeza. De la misma manera, tú no
puedes evitar que las tentaciones, los pensamientos y los deseos pecaminosos
pasen por tu mente, pero ciertamente puedes detenerte a ti mismo de actuar
en base a estas tentaciones, pensamientos y deseos pecaminosos. ¿Cómo? ¡Confesando
en el mismo momento de la tentación que tú eres la justicia de Dios en Cristo
Jesús!
¡El poder de Jesús
para vencer cada tentación se activa cuando permaneces consciente de
que incluso en el momento de la tentación, Jesús sigue estando contigo y que tú
eres justo en Él, sin que esto tenga que ver con tus obras! (Romanos 4:6) Cuando haces esto, rechazas la condenación
por la tentación que enfrentaste. Tú ahora
tienes el poder de Cristo para levantarte por encima de tu
tentación y descansar en tu identidad de justo en Cristo, aparte de tus
obras. ¡Esta, amado, es la vida victoriosa
en Cristo!
Viendo a través de los
ojos de la fe,
Joseph Prince
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