recibe pequeños mensajes de gracia todos los días

domingo, 13 de octubre de 2019

Habla La Palabra


Medita En
Pero teniendo el mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: “Creí, por tanto hablé”, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos.  (2 Corintios 4:13)
Amado, no es suficiente que tú simplemente conozcas la Palabra en tu corazón.  Debes hablarla.  Es así como el poder latente se convierte en poder real.  Cuando nuestro Señor Jesús fue tentado en el desierto, Él no solo pensó en las Escrituras.  Él las habló en voz alta.  Tú puedes memorizar miles de Escrituras, pero si no aprendes a decir “Escrito está” y liberas la Palabra, no habrá poder.  El poder de Dios está ahí, pero se encuentra latente dentro de ti.  En el momento en que tú hablas la Palabra, es como si Dios estuviera hablando.  La Palabra de Dios en tu boca es como Dios hablando.  ¡Amén!
El temor no es algo que tú puedas razonar o analizar.  El temor es irracional.  Hay algunos temores que entran en tu vida y puedes pensar para ti mismo: Vamos, ¿cuál es la posibilidad de que eso suceda? o Es tan tonto tener temor de esto.  ¿Pero has notado que esos temores aún persisten?  Amigo, estamos en una guerra y la única manera de vencer el temor es hablar la Palabra de Dios a cualquier temor que tengas, diciendo: ·Escrito está”.
Escrito está —“Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina”. (2Tim. 1:7, NTV).
Quiero que memorices este poderoso versículo de la Escritura.
Ahora, quiero que digas esto en voz alta: Escrito está —“Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina”.  ¿Sientes el poder que viene al decir esto en voz alta?
Esta es la verdad: Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder y de amor y de autodisciplina.  No me importa con qué tipo de temores estás luchando —temor a envejecer, temor a contraer esta o aquella enfermedad, temor a perder tu trabajo, temor al fracaso.  Cualquiera que sea el temor que ha venido contra ti, declara: “Escrito está”.
¿Qué pasa si el temor regresa?  ¡Entonces dilo otra vez!  Algunas veces, yo hablo la Palabra sobre mi situación en la mañana, en la tarde y en la noche.  Cada vez que el temor regresa, yo hablo la Palabra de Dios.  Si el diablo quiere pelea, ¡dásela!  Usa contra él la espada del Espíritu y él entenderá cada vez.  Hay muchas Escrituras que puedes memorizar.  ¡Escribe las Escrituras que cubren las áreas de tu necesidad y ármate con ellas!
Viendo a través de los ojos de la fe,
Joseph Prince

No hay comentarios:

Publicar un comentario